La ofensiva del sindicato bancario, liderado por el dirigente Sergio Palazzo, para que las entidades financieras compensen a su personal los descuentos por el impuesto a las Ganancias visibilizó un reclamo que hoy está en el centro de la preocupación de aquellos gremios que representan a trabajadores con salarios por encima del promedio y que exigen una definición urgente del Gobierno bajo amenaza de lanzar un duro conflicto.
En esa estrategia se encolumnan los poderosos gremios del transporte agrupados en la Catt, un sello sindical referenciado en el Sindicato de Camioneros de Hugo Moyano, pero que aglutina también a pilotos, aeronavegantes, ferroviarios, marítimos y a todos los sindicatos del sector portuario.
Allí juzgan de “insuficiente” el esquema vigente de actualización periódica del piso salarial a partir del cual tributan por el impuesto (una remuneración bruta de $ 404.062) y reclaman una solución integral al ministro de Economía, Sergio Massa. La estrategia central apunta a una normativa que exceptúe del pago de Ganancias los principales adicionales de convenio de sus respectivas actividades, como horas extras, viáticos, suplementos salariales o bonos por productividad, entre otros.
En buena medida el reclamo se sustenta en el antecedente del beneficio que logró el propio Moyano logró Camioneros a fines del año pasado cuando el Presupuesto votado por el Congreso incluyó la exención del pago del impuesto de los adicionales por viáticos que cobran los choferes de la rama de larga distancia de su gremio.
En la última cumbre de la Catt, la conducción de la entidad -con participación excluyente del moyanismo- decidieron ir a fondo con el planteo por la excepción de adicionales del tributo. Y en esa línea, se declararon en estado de alerta y amenazaron con poner en marcha un plan de lucha en las próximas semanas que contemple inicialmente un esquema de trabajo a reglamento y asambleas con interrupción de los servicios.
"Va a haber problemas porque hay mucha presión y malestar con la política que no resuelve este tema", se quejó ante Clarín Juan Carlos Schmid, uno de los principales referentes del sector.
El propio comunicado que difundió la Catt tras esa reunión advirtió del malestar y la exigencia de una solución que "se sostenga en el tiempo". La reducción del impacto de Ganancias sobre los salarios "siempre fue una bandera de lucha porque impacta fuertemente en la inmensa mayoría de los trabajadores nucleados en nuestra Confederación", insistió. Según los gremios del sector, el impuesto alcanza actualmente al 80% de los trabajadores del transporte y en algunos casos los descuentos salariales redondean los $ 100.000 por mes, más allá de los ajustes en el mínimo no imponible.
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