La tensión entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta se incrementó el fin de semana. El gesto del jefe de Gobierno porteño de postular como un posible sucesor a su ministro de Salud, Fernán Quirós, fue uno de los motivos que enardeció el fuego de ese malestar.
El expresidente y líder del PRO viene molesto con Rodríguez Larreta desde el cierre de listas de las elecciones de medio término del año pasado.
Ahora, mientras Macri procura recuperar imagen y no descarta una eventual postulación a la Presidencia, el jefe de Gobierno porteño se dispondría a enfrentarlo en unas primarias abiertas.
La semana pasada Quirós confirmó su intención de ser precandidato a jefe de Gobierno porteño y suceder a Larreta. Se trata de una figura con gran aceptación, luego del rol que desempeñó en la Ciudad al gestionar la pandemia.
A esas pretensiones se suman las de la ministra de Educación, Soledad Acuña, los legisladores Emmanuel Ferrario y Roberto García Moritán, el exministro Ricardo López Murphy y el radical Martín Lousteau.
Para contrarrestar esa posibilidad, Macri lanzó a la cancha a su primo, Jorge, quien desafió a Rodríguez Larreta hace más de un mes, en una foto pública con Patricia Bullrich.
En el entorno de Mauricio Macri creen que el ministro de Salud no tiene la personalidad necesaria para afrontar los desafíos que la Ciudad de Buenos Aires requiere enfrentar en los tiempos que vienen. Entre ellos se encuentra el problema de los piquetes, por el que, evalúan, hasta ahora se ha hecho poco. Insisten en esa línea en que Jorge Macri es quien tiene la experiencia de gestión para avanzar en ese sentido, rechazando de plano ungir como candidato a Lousteau.
Pero la emergencia de la eventual candidatura de Quirós no sólo trae conflictos en el PRO sino que los extiende a los socios de la UCR y la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
No obstante, el radicalismo analiza quién será el candidato de la UCR a la presidencia para competir con Larreta y Bullrich y aprovecha eventuales beneficios que le traiga.
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