Horacio Rodríguez Larreta no dejó lugar a dudas sobre el virtual lanzamiento de su precandidatura presidencial.
PANORAMA POLÍTICO NACIONAL

Tensión con el Fondo, el endurecimiento del discurso oficial y el posicionamiento opositor

En medio de la incertidumbre por la marcha de las negociaciones por la deuda de US$ 44 mil millones con el organismo crediticio que tomó el macrismo, se radicaliza la postura del Gobierno de evitar el nivel de reducción del gasto del Estado que piden desde Washington.

El endurecimiento que viene mostrando el Gobierno en las tratativas con el FMI han puesto en duda la concreción de un acuerdo antes del vencimiento del 22 de marzo próximo -casi US$ 3 mil millones imposibles de cancelar con las actuales reservas del Central-, y no solo disparó el valor del dólar blue o el riesgo país sino que puso en guardia a los arietes del oficialismo: organizaciones sociales alineadas preparan una multitudinaria marcha hacia el centro porteño en repudio a las exigencias del organismo de crédito multilateral y también hacia la deuda contraída por el macrismo, en 2018.

El fracaso de la cumbre entre el ministro Martín Guzmán (Economía) y los gobernadores y jefes de los bloques parlamentarios de Juntos por el Cambio no solo expuso el agrietamiento en el vínculo entre las partes, sino que fue el preanuncio de la presión del oficialismo hacia el staff de Washington para garantizarse condiciones que no pongan en riesgo la continuidad del rebote de la economía en 2022. 

El posterior comunicado de la coalición opositora pidiendo un plan económico creíble que favorezca la inversión y la baja de la inflación, pero sigue ausente en la dirigencia política la búsqueda de soluciones para reducir el gasto del Estado, que es la dura hipoteca que los argentinos pagan. Ni siquiera se está estudiando si no resultaría menos costoso para el Estado pagar un subsidio a cada desocupado en lugar de disponer de planes y subsidios que implican la necesidad de muy costosas administraciones y el clientelismo a través de las llamadas organizaciones sociales.

Los países desarrollados, ante la crisis y el desempleo causado por la pandemia el año pasado, eligieron ese camino, al que se oponen en Argentina todos los beneficiados por el poder, que ganan al ser los que distribuyen persona por persona los dineros y alimentos que paga el Estado. 

Mensaje
El funcionario norteamericano apoyó la negociación argentina con el Fondo pero hizo esa aclaración. También, en un elíptico mensaje, dejó ver su preocupación por la presencia del Mohsén Rezaí, uno de los acusados por el atentado contra la AMIA, en la asunción del nicaragüense Daniel Ortega, de la que también participó el embajador argentino Daniel Capitanich. Días después la Cancillería avisó a la justicia que Rezaí “podría desplazarse a Rusia en una comitiva” por lo que alentó el pedido de captura a través de Interpol.

Se trata, a la postre, de uno de los tantos gestos ambiguos del oficialismo. Si Guzmán muestra la mejor predisposición a seguir negociando con el Fondo, otros actores del oficialismo eligieron endurecer su postura. En las últimas horas, el presidente Alberto Fernández replicó un video de su par mexicano, en el que planteó que “como afirma Manuel López Obrador, es necesario que el FMI actúe con honestidad y ética, y no le exija al pueblo argentino mayores esfuerzos a los muchos que ya viene haciendo”.

Escollo
El principal escollo que hoy muestra el acuerdo es en cuánto tiempo la Argentina debería llegar a equilibrar sus cuentas. En 2021, el déficit fiscal primario resultó menor al previsto, un 3% del PBI, en un año con un saldo comercial de casi US$ 15 mil millones por el precio récord de las materias primas. En un 2022 donde no se prevén los mismos términos del intercambio y donde ya no habrá giros del FMI por US$ 4 mil millones de dólares como ayuda por la pandemia, los vencimientos de deuda siguen acumulándose y los intereses aumentan en todo el mundo. Es este escenario el que le pone urgencia a las definiciones sobre un pronto entendimiento.

Pero el fracaso del diálogo con la principal coalición opositora no solo dejó en falsa escuadra el fluido vínculo entre el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el presidente de la UCR, el gobernador jujeño Gerardo Morales. Sembró dudas, más allá de las internas de la propia coalición opositora como azuzaban desde Casa Rosada, sobre cuál fue la real intención del oficialismo de dar un gesto de consenso político hacia el organismo crediticio.

La reacción del mercado
El mercado, consciente de las idas y vueltas en torno las negociaciones, reaccionó con terror: hubo bajas en las cotizaciones de los bonos argentinos y una disparada del dólar paralelo hacia los $219 y del riesgo país, superando los 1900 puntos. Esa volatilidad no pareció conmover a los negociadores de Hacienda que siguen dialogando con los técnicos de Washington y no descartan firmar una carta de intención antes del multimillonario vencimiento de marzo próximo.

Pero el endurecimiento del discurso oficial parece haber prendido entre los sectores con mayor poder de movilización callejera. Según se pudo averiguar, el Movimiento Evita y Barrios de Pie preparan una “marcha contra el FMI” probablemente a plaza de Mayo para los próximos días dependiendo “de las condiciones epidemiológicas”. Es decir, apuestan a que se aplaque el rebrote de Covid tal como especulan en Salud. La decisión de acompañar la nueva estrategia del Ejecutivo en la calle está resuelta pero quieren evitar el costo político de llevar adelante una aglomeración a metros de la Casa Rosada en medio de la emergencia sanitaria.

La oposición, en tanto, no sólo le dio la espalda a la convocatoria oficial para conocer las tratativas con el Fondo sino que, a través de una denuncia de la diputada Graciela Ocaña, intentó seguir machacando con la polémica por las vacaciones en una isla caribeña de la titular y el subdirector del PAMI, Luana Volnovich y su pareja, Martín Rodríguez, por haber dejado acéfala a la mayor obra social de Latinoamérica. No en vano realizó la presentación judicial el último jueves cuando el Ejecutivo dio por “cerrado” el episodio. Es que a comienzos de semana en el oficialismo aún amagaban con eyectar a Rodríguez de su cargo por el dilema ético que supone esa relación. La presión de La Cámpora pudo más y acá no ha pasado nada.

Armado opositor
La temporada veraniega no puso freno en el principal armado opositor que, más allá de la compulsa con el oficialismo, trata de apaciguar sus propios chispazos. Con Mauricio Macri en su reducto patagónico, Horacio Rodríguez Larreta no dejó lugar a dudas sobre el virtual lanzamiento de su precandidatura presidencial. Convocó a una suerte de mesa política a Diego Santilli, Jorge Macri y Christian Ritondo y deja saber que a la misma podría sumarse como armador Emilio Monzó, quien entró a Diputados en alianza con el radical Facundo Manes.

Patricia Bullrich, la otra precandidata fuerte del PRO, comenzará a desandar desde mañana una gira por los balnearios de la Costa Atlántica bonaerense para intentar posicionarse en la interna del partido amarillo. La ex ministra de Seguridad dedicó el año pasado a recorrer el interior del país y viene de entrevistarse con su par de la UCR, el gobernador Morales. El gran objetivo de ambos dirigentes es evitar el desgaste de la coalición opositora por los cruces entre halcones y palomas. Las idas y vueltas en torno a la convocatoria del oficialismo por la negociación con el Fondo pusieron a prueba esta estrategia.

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