Diputados debatía el Presupuesto 2022 en una sesión maratónica
FINAL ABIERTO

Diputados debatía el Presupuesto 2022 en una sesión maratónica

En un clima de tensión e incertidumbre, el oficialismo seguía sin tener garantizados los votos y negociaba. Pese a las diferencias internas, la oposición se mantenía abroquelada en el rechazo.

Hasta el cierre de esta edición, el oficialismo en la Cámara de Diputados de la Nación negociaba contra reloj para conseguir los votos necesarios para alcanzar la media sanción del Presupuesto 2022. Del lado de la oposición, pese a las internas, se mantenían abroquelados en el rechazo al proyecto.

Después de una jornada frenética, los intentos del oficialismo por cooptar aliados de la oposición resultaban infructuosos. A último momento, consciente de la debilidad numérica de su bloque, Massa presentó a los jefes de bloque de la oposición una oferta para intentar revertir su postura. La sesión ya había arrancado y, ante la posibilidad de un final de catástrofe, el oficialismo accedió a pasar a un cuarto intermedio propuesto por el radical Mario Negri para intentar un último acercamiento.

Massa propuso que en junio del año próximo se revea la Ley de Presupuesto si, como asegura la oposición, la inflación supera el 33% anual previsto por el Ministerio de Economía, pero la oferta no prosperó. 

En ese caso, el Gobierno enviaría al Congreso, para la discusión de los legisladores, un proyecto de ampliación presupuestaria en el que se detallarían los aumentos de las partidas correspondientes producto de la mayor recaudación que se genere por la suba inflacionaria. Si la oposición aceptaba, el Gobierno se comprometía a no imponer esos aumentos presupuestarios por decreto de necesidad y urgencia (DNU).

A los jefes de bloque de la oposición la propuesta oficialista no les convenció; reclamaron que, además, se modifiquen aquellos artículos del proyecto de presupuesto que autorizan la prórroga de impuestos y del cobro de retenciones. Massa y Kirchner no aceptaron y ordenaron continuar la sesión.

El final estaba abierto. De no aprobarse la iniciativa antes de fin de año, el Gobierno prorrogará por decreto el presupuesto hoy vigente; así lo confirmó Massa al final de la infructuosa reunión con los jefes de bloque. Esto le permitirá disponer del gasto público de manera discrecional, máxime en un contexto de alta inflación. Aun conscientes de este riesgo, los distintos bloques opositores ratificaron su postura de rechazo al proyecto, molestos por el trámite exprés con que el oficialismo pretendía aprobarlo -en solo tres días- y, sobre todo, porque el oficialismo, siendo minoría, no hizo intento alguno por intentar negociar cambios al proyecto.

Se sumó a este escenario de incertidumbre las propias internas dentro de Juntos por el Cambio. Los sectores más dialoguistas mantienen contactos con el oficialismo y buscan modificar el articulado. Los halcones, por su parte, apuntan contra las estimaciones macroeconómicas y exigen un cambio total del proyecto. 

En la discusión también se evidenció las diferencias entre los radicales. Algo de eso se pudo ver cuando Mario Negri tomó la palabra para pedir el cuarto intermedio y, acto seguido, hizo lo mismo el presidente del otro bloque radical, De Loredo, para solaparse en el pedido, lo que suscitó que Massa lo cortara porque no estaba desarrollando una moción. La interna en todo su esplendor.

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