En la última jornada hábil antes de las elecciones legislativas, el dólar blue tuvo un llamativo derrumbe de $6,50 para cerrar en los $200.
El clima de elevada incertidumbre política y económica que se vive se volvió a reflejar en el mercado cambiario oficial que, pese al cepo extremo, operó el mayor volumen de negocios de la “era Fernández” lo que obligó al Banco Central (BCRA) a desembolsar por segunda vez en menos de 15 días casi USD 300 millones de sus reservas propias.
Fue al cabo de una rueda en la que la entidad que conduce Miguel Pesce debió convalidar un ajuste de 5 centavos en el tipo de cambio oficial mayorista, que cerró a $100,22 por unidad para la venta tras haber marcado un máximo intradiario de $100,28. Así, avanzó 28 centavos en la semana, el mayor ritmo de ajuste para un lapso similar en casi tres meses.
Pero el dato más significativo en la rueda fue la ampliación que mostró el volumen de operaciones (que venía de marcar el jueves un récord inédito para una rueda con feriado en Estados Unidos), que se amplió hasta los USD 952,1 millones, el mayor durante la actual gestión. Para dar con un monto mayor hay que retrotraerse hasta el 25 de octubre del 2019, es decir, el viernes previo a la elección presidencial que consagró a Alberto Fernández. Claro que esta vez se repite ante un inminente comicio parlamentario y con un cepo ampliado al extremo.
Por esta razón es que no sorprende arrecien las especulaciones sobre una readaptación de la política cambiaria el “día después” de las elecciones que pasaría por incrementar el ritmo de ajuste del tipo de cambio, mientras se reprime algo más a la demanda y se busca avanzar en una negociación con el FMI que deje a la vista un posible acuerdo por la deuda y aporte previsibilidad, algo de lo que la economía carece totalmente desde hace meses.
El monto negociado en la fecha causó toda clase de comentarios entre los operadores de mercado, dado el fiable funcionamiento que había mostrado hasta aquí el sistema de administración de la demanda de divisas.
La duda es si el salto en la demanda se provocó porque las autoridades venían demorando el “vía libre” para operaciones que ya habían superado todos los filtros a los que obliga el sistema o porque el dique de contención, por alguna razón, resultó agujereado.
El aumento en la demanda del dólar oficial estaba descontado toda vez que se trata de un precio que se rezagó 23 puntos frente a la inflación en lo que va del año y quedó cada vez más como el tipo de cambio más barato del mercado, con brechas que superan el 120 % en algunos casos. “El del dólar oficial es el precio más subsidiado de la economía argentina”, no en vano alerta desde hace meses la economista Marina Dal Pogetto, directora del Estudio Eco/Go. Además, por que la previa electoral volvía a coincidir con un el período de retracción en la oferta comercial, y se desarrolló durante el lapso en que las reservas del BCRA volvieron a estar en franco descenso, lo que despierta toda clase de fantasmas.
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