Tras la sorpresiva renuncia de Elena Highton de Nolasco y las críticas del juez Ricardo Lorenzetti al funcionamiento interno de la Corte Suprema, en el máximo tribunal buscan salir de la consideración pública mientras sigue con atención el eventual proceso de selección de reemplazantes que deberá proponer el Presidente.
Para ello, el Poder Ejecutivo necesitará del acuerdo de los dos tercios del Senado. Una empresa que asoma difícil tras la derrota en las PASO del Frente de Todos. Por ahora, la única certeza en la coalición gobernante es que el nombre del candidato surgirá después de las elecciones del 14 de noviembre y tras una ronda de consultas con la oposición en el Congreso para asegurarse el apoyo de los dos tercios de los senadores presentes al momento de otorgar el acuerdo.
Con la dimisión de Highton de Nolasco, ganó peso el reclamo para que los eventuales reemplazantes en la Corte sean mujeres y se comience a equilibrar así una integración histórica del máximo tribunal monopolizada por hombres. Highton fue la primera mujer en llegar al máximo tribunal en 2004 y un año después se sumó la penalista Carmen Argibay, que falleció en 2014. Con la última renuncia, el tribunal queda formado nuevamente solo por hombres.
“No hay ninguna duda de que ésta vacante en la Corte tiene que ser cubierta por una mujer, de hecho, el decreto por el cual Néstor Kirchner se autolimitó en su momento en la designación de jueces de la Corte aludía justamente a la diversidad de género”, recordó el constitucionalista Andrés Gil Domínguez un día después de conocerse la renuncia en la Corte.
“Va a ser una mujer sí o sí”, aseguró una funcionaria cercana al presidente Alberto Fernández, quien recibió la noticia de la renuncia de la propia Highton de Nolasco, a través de un llamado telefónico esa mañana a la Quinta de Olivos, antes de hacerla pública.
Cuando el Poder Ejecutivo tenga un candidato a ocupar la vacante que dejó la única mujer integrante del cuerpo, deberá comenzar un proceso de selección para su reemplazo siguiendo lo que marca la Constitución Nacional en su artículo 99 inciso 4, donde se indica que la facultad de designación de un nuevo juez en el tribunal supremo “corresponde al Presidente de la Nación con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes”.
No obstante, en el Gobierno no adelantaron nombres de posibles postulantes al máximo tribunal que quedó integrado por sus restantes cuatro miembros: Horacio Rosatti (nuevo presidente), Ricardo Lorenzetti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda.
Más allá de las preferencias o candidatas en el oficialismo, el Gobierno está obligado a buscar un nombre de consenso para lograr el acuerdo en el Senado ya que cuenta con 43 senadores, entre propios y aliados, y necesitará algunos más para llegar a los dos tercios de los presentes en la sesión especial para ungir a la nueva ministra (o ministro) de la Corte. En la oposición no quisieron llevar a su agenda el tema del quinto miembro de la Corte porque entienden que la iniciativa debe ser del oficialismo y que se abocarán a la discusión cuando haya nombres concretos.

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Luego de la renuncia de la jueza, en el tribunal esperan por el nuevo integrante que, anticipan en el Gobierno, “va a ser una mujer sí o sí”.
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