Tras el escándalo, internaron a Samid ayer por un episodio cerebrovascular

El empresario de la carne Alberto Samid, condenado por evasión, fue internado en la tarde de ayer en una clínica por una descompensación luego de que se hizo público que violó su prisión domiciliaria para ir a comer a un parrilla cerca de su casa en Ramos Mejía, de la que fue echado por los comensales. El tribunal que lo condenó evalúa sus últimas acciones, aunque es dudoso que le revoque su prisión domiciliaria dado su estado de salud.
Samid fue sorprendido por los comensales de la parrilla Paja Rota, de Ramos Mejía, almorzando junto a otros dos hombres el lunes al mediodía. Los clientes lo filmaron con sus celulares y subieron el video a redes sociales donde se lo ve almorzando.
Un informe oficial enviado a la Justicia por la Dirección de Asistencia a las Personas Bajo Vigilancia Electrónica señala que Samid —según el registro de su tobillera— salió de su casa el lunes a las 10.12 “en horario no permitido”. Lo llamaron y dijo que iba a su trabajo. Y luego regresó a las 13.40, después del horario autorizado.
Samid —detenido en Belice en abril de 2019, donde se mantuvo prófugo antes de ser condenado a cuatro años de prisión por evasión— tiene una tobillera electrónica que controla que no pueda dejar su casa y tiene permiso para salir a trabajar tres veces por semana de 9 a 13. Por eso es que se comprobó que violó las condiciones de ese permiso laboral y es probable que no pueda seguir gozando de este beneficio.
Samid es un caso inédito en la Justicia argentina: está pagando el viaje de los agentes de la Interpol que lo fueron a buscar a Belice para traerlo extraditado. Son 280.000 pesos, en cuotas, dijeron fuentes judiciales.

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