poder adquisitivo de jubilados
Para que los jubilados no pierdan poder adquisitivo, la inflación no debería superar el 2% en febrero.
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La inflación de febrero y marzo debería ser menor al 2% para que los jubilados no pierdan poder adquisitivo

El Gobierno publicó este sábado la reglamentación de la ley de Movilidad Jubilatoria y el aumento del primer trimestre será del orden del 8,1%.

La inflación del 4% de enero no sólo pone en aprietos al Gobierno en su propósito de cumplir con la pauta presupuestaria del 29% para todo el año, sino que obliga a que en febrero y marzo el promedio mensual deba ser inferior al 2% para que las jubilaciones no pierdan poder adquisitivo.

La reglamentación de la nueva fórmula de movilidad de los haberes previsionales fue publicada este sábado en una edición extraordinaria del Boletín Oficial, mediante del decreto 104/21, suscripto por el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y los ministros de Trabajo, Claudio Moroni, y de Economía, Martín Guzmán.

De esta manera, con la oficialización de la modificación a la movilidad, el ajuste correspondiente al primer trimestre se ubicaría en torno al 8,1%, con lo que la jubilación mínima pasaría de $19.035 a $20.577.

Los cambios en la fórmula de ajuste obligaron por otra parte al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) a adelantar la difusión del Índice de Salarios, uno de los componentes, junto a la recaudación previsional, para realizar los ajustes trimestrales en jubilaciones, pensiones y otras asignaciones a cargo de la ANSeS.

Como la inflación dejó de ser un componente de la fórmula, la evolución del poder de compra de las jubilaciones pasó a estar sujeta a una comparación permanente entre los precios minoristas por un lado y la recaudación previsional y los salarios por el otro.

En este caso, el 1,8% de aumento promedio de los salarios en diciembre fue menor a la mitad del 4% de inflación que hubo en el último mes de 2020.

Para saber si el incremento que entrará en vigencia en marzo será mayor o menor a la inflación del primer trimestre, habrá que esperar a que el 15 de abril el INDEC difunda el Índice de Precios al Consumidor.

Por lo pronto, el 4% de enero deja un margen demasiado estrecho para febrero y marzo, si se busca que el 8,1% de aumento en las jubilaciones no pierda frente a la evolución de los precios minoristas. Un 2% de inflación en cada uno de los dos meses dejaría un acumulado trimestral del 8,2%, en tanto con un 1,9% de promedio el trimestre cerraría con un 8% redondo.

En 2020, solo en tres meses se alcanzó un nivel de inflación similar o inferior y en todos los casos por la incidencia de la caída de la actividad y el consumo por la pandemia y el aislamiento social: 1,5% en abril y en mayo y 1,9% en agosto. Para encontrar un índice inferior en tiempos libres de coronavirus hay que remontarse al 1,8% de enero de 2018.

En base a las proyecciones de los consultores y economistas convocados por el Banco Central en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), se prevé una inflación de 3,6% para febrero y del 3,9% para marzo, con lo que el acumulado del trimestre ascendería al 11,9%.

De cumplirse ese pronóstico, la pérdida del poder de compra de las jubilaciones en los primeros tres meses del año sería de 3,8 puntos porcentuales, con un deterioro en el período del 3,4%.

Como punto de partida, puede tenerse en cuenta el reciente informe de la Oficina Pública del Congreso (OPC), que destacó que el superávit fiscal de enero -el primero en once meses- se debió en parte a una caída del 13,5% del gasto en jubilaciones en términos reales.

Esa reducción, explicó, “se debe en parte a la base de comparación, dado que en enero de 2020 se otorgó un bono de $5.000 a los beneficiarios de más bajos ingresos”. Si se descuenta ese concepto el gasto en jubilaciones hubiera tenido una disminución de 4,1% en vez del 13,5%.

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