En el variopinto mundillo oficialista comentan que hay dos ministros nacionales con el “boleto picado”: Marcela Losardo y Ginés González García. Tras el duro discurso de Cristina Kirchner en el Estadio Único de La Plata, la lista del posible recambio en el Gabinete podría extenderse, pero más allá del tiempo que podría tomarse Alberto Fernández para madurar la decisión, lo cierto es que los titulares de las carteras de Justicia y Salud son los apuntados dentro del Frente de Todos.
No es casualidad que Ginés y Losardo tengan la cabeza en la picota: el ministro de Salud padeció un desgaste político extraordinario en un año marcado a fuego por la pandemia de coronavirus. La forma imprecisa en que comunica las medidas sanitarias volvieron a evidenciarse en la semana en la Casa Rosada, donde se le preguntó por la llegada de la vacuna rusa Sputnik V y la por ahora fallida contratación de la norteamericana Pfizer, que despertó sospechas en la oposición.
Losardo, por su parte, parece víctima de la recurrente denuncia de Cristina sobre el “Lawfare”. La Vicepresidenta en particular y el kirchnerismo en general no pueden asumir la idea de que el ex vicepresidente Amado Boudou tenga una condena firme –sin que la Corte Suprema haya aceptado revisar el expediente- y que posiblemente deba regresar a prisión. Otros casos emblemáticos para el kirchnerismo son los de la dirigente jujeña Milagro Sala y el del ex ministro Julio de Vido.
La fórmula de la discordia
Más allá de la dialéctica de Cristina, mañana empezará a tratarse en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados la nueva fórmula jubilatoria que modificó el Senado y se prevé que el proyecto llegue al recinto el 29 de diciembre. Ya se convirtió en un clásico de los fines de año en la Argentina que el Congreso toquetee el cálculo previsional: se recuerda el escándalo durante el gobierno de Mauricio Macri, que terminó en una batalla campal en las calles porteñas en 2017.
Ahora, la ausencia del índice de precios del INDEC, que mide la inflación, en la fórmula de cálculo de las jubilaciones que promueve el Gobierno, hará que buena parte de la oposición rechace el proyecto, en especial la nucleada en Juntos por el Cambio, por lo que el oficialismo tendrá que esforzarse para reunir los votos. Las jubilaciones y los planes sociales explican el 60 por ciento del Presupuesto nacional y por ende, son el rubro donde se enfocan las medidas de freno del gasto.
Sin embargo, Kristalina Georgieva, la directora gerente del FMI, puso un manto de dudas sobre la real voluntad del Gobierno para combatir el déficit fiscal. Detrás del apoyo discursivo, la titular del Fondo dejó en claro que la administración del Frente de Todos aún no tiene “claridad” en la negociación bilateral.
Eso podría deberse a que el FdT es una coalición de gobierno y a que, entonces, el ministro Martín Guzmán debe ir cotejando con todos los espacios las medidas a tomar, lo que lo hace pasible de recibir vetos políticos. Una situación parecida pudo haber afrontado el ministro Ginés cuando el ministerio de Salud empezó a negociar los contratos de las vacunas contra el COVID-19. La imposición de la “solución rusa”, frente a otras alternativas, lo dejó mal parado internamente.
Las miradas apuntan ahora a la provincia de Buenos Aires, ya que la dupla Gollán-Kreplak apostó fuerte por la Sputnik V y sus nombres figuran en la lista de los posibles reemplazantes de Ginés. No obstante, la revelación del premier ruso, Vladimir Putin, de que la vacuna aún no está aprobada para su aplicación en mayores de 60 años, justamente uno de los grupos de riesgo frente al coronavirus, cayó como un balde de agua fría en la delegación argentina en Moscú.
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