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David Miazzo, jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina.
ECONOMÍA EN TIEMPO DE PANDEMIA

Según informe económico, las cadenas agroalimentarias resistieron la crisis

La Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina resaltó la adaptación a las circunstancias de menor consumo, con disminución de precios.

La pandemia de Covid-19 impactó menos en las cadenas agroalimentarias que en otros sectores de la economía argentina, porque se siguió consumiendo alimentos, aunque de menor precio que lo habitual. Así lo indicó el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo.
El especialista dijo que en granos, carnes, verduras y hortalizas el mercado externo "cayó en demanda de volumen y en precios internacionales".
Mientras que "en el mercado interno sólo bajó el consumo de productos de mayor precio por la situación económica y el descenso del poder adquisitivo de la gente, como fue el caso de la carne vacuna, donde hubo una migración hacia la aviar y de cerdo, de menores valores que la bovina".
En lo que hace a granos como la soja y el maíz, se destacó, según Miazzo, el caso del trigo y su harina: "Normalmente los molinos destinan el 10% de la producción de trigo a la manufactura de harina de 1 kilo para venta al consumidor final, para el consumo hogareño. Ese consumo aumentó hasta el 70% según la industria molinera".
Un detalle del consumo de harina es que migró de las panaderías a los hogares donde la gente empezó a cocinar sus propios productos farináceos.
"En lo que hace a granos en general, como gran parte de la producción granaria va a exportación no se vieron afectados por la cuarentena en pandemia. Los precios internacionales tuvieron una baja del 10% por efecto del coronavirus, descenso que parece haberse detenido por las políticas monetarias y los bancos del mundo, con emisión, que funciona como un piso para el precio de los commodities", indicó.
Respecto del comportamiento de la cadena de las carnes, a nivel local, hubo una baja de precios. "El pollo bajó porque hubo un exceso de oferta aviar y el cerdo porque cayó mucho la demanda de embutidos y empezaron a sobrar cortes que se utilizaban para su manufactura", explicó.
Con relación a la carne vacuna, "en la pandemia se observa un menor nivel de consumo por deficiencias de bolsillo ante la caída del poder adquisitivo y esto se vio en la baja ya de dos meses del índice del Mercado de Liniers que decide el promedio de precio de la hacienda que va a faena". El último viernes el Indice Liniers fue 79,82, lo cual significa que, en promedio, cada kilogramo vivo se vendió a $79,82.
En término de exportaciones argentinas de la carne vacuna a principios de año, dijo Miazzo, cuando el coronavirus estaba circunscripto a China, se derrumbaron las ventas externas a ese destino y luego cuando el virus arrasó con Europa en marzo y abril, y cayeron los envíos de la Cuota Hilton, pero en mayo- junio repuntaron.
En abril las exportaciones vacunas fueron equivalentes al 25,1% de la producción, similar a los primeros meses de 2019, pero por debajo del último semestre del año pasado.
"En términos de divisas, por la baja de precios y cantidades exportadas, las exportaciones del primer cuatrimestre alcanzaron u$s 812 millones, 15% superior al primer cuatrimestre de 2019, pero 40% inferior a los últimos cuatro meses", manifestó.
"La verduras y hortalizas tienen como "principal destino el mercado interno y, en general, el nivel de consumo se mantiene, la gente las sigue comiendo en su casa", detalló el economista de FADA.

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