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OPINIÓN

Alberto F. busca sacar músculo político para enfrentar la crisis

Gobierno inyectará en la economía equivalente al 2 por ciento del Producto Bruto Interno según estimaron diversas fuentes oficiales, representa el máximo esfuerzo que puede hacer el Estado en este momento de crisis y vacas flacas para la Argentina. Por eso el presidente Alberto Fernández buscará dotar de un brazo político al combate contra el coronavirus, convocando a líderes opositores e instándolos a superar la grieta en esta coyuntura.
El Presidente recibirá hoy a los líderes parlamentarios de la oposición en la Casa Rosada y mañana hará lo propio con los gobernadores -también los oficialistas- en la quinta de Olivos, anticiparon a este diario fuentes gubernamentales y legislativas.
Alberto F. ya había exhibido su intención de ubicarse por encima de la grieta el último domingo, cuando apareció acompañado por el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta al anunciar la suspensión de clases y el cierre de las fronteras. Al haberse puesto a la cabeza de la lucha contra el virus COVID-19, el Presidente dejó atrás los cuestionamientos por la lenta reacción inicial del ministro de Salud, Ginés González García, mientras la pandemia avanzaba en forma alarmante por Italia y España. Y dejaba a la Argentina a un solo vuelo de distancia del desembarco del coronavirus.
También, Alberto F. propicia una suerte de tregua política que al Gobierno le viene bien en momentos de creciente tensión por la reestructuración de la deuda externa, que se expresa en la suba histórica del Riesgo País y en la fuerte caída de las acciones de empresas argentinas.
En este escenario de crisis sanitaria y económica, los contactos entre el Gobierno y la oposición se multiplican. “No veo que haya miserabilidad política en estos momentos”, comentó uno de los participantes de la reunión entre el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los jefes de bloque del cuerpo -entre ellos los opositores- en la previa del encuentro previsto para hoy con Alberto F.
El diálogo político en la Cámara baja posibilitó ayer que se acordara bajar la actividad hasta el 31 de marzo, aunque los diputados se pondrán hoy a disposición del Presidente en caso de que deba enviar al Congreso iniciativas de orden penal o tributario para hacerle frente a la pandemia. En ese caso, podrían sesionar con barbijos y dejando una banca de por medio.
La preocupación oficial por el avance del COVID-19 quedó marcara ayer cuando el ministro Ginés precisó a los diputados que las áreas geográficas más complicadas con el AMBA (Capital y Conurbano), Córdoba y Chaco. El funcionario dijo además que la cartera a su cargo está comprando 50.000 reactivos con que se hacen los test que detectan la enfermedad.
Para mañana, en tanto, la agenda presidencial reserva una reunión con todos los gobernadores en la quinta de Olivos. Algunos de ellos llegarán después de haber tomado decisiones drásticas, como en los casos de Jorge Capitanich (Chaco) o Rodolfo Suárez (Mendoza), que cerraron las fronteras de sus provincias para evitar que haya circulación desmedida el fin de semana largo.
En el caso de la Provincia, lo más preocupante es la falta de camas en los servicios de cuidados intensivos, el hacinamiento de la población en algunos distritos del Conurbano –donde conviven cuatro o más personas en un solo cuarto- y la carencia de respiradores en los hospitales.
La coordinación de medidas entre Alberto F., Kicillof y Larreta se plasmará en una comunicación conjunta de los tres gobiernos en los próximos días, en la búsqueda de “achatar la curva” de crecimiento del coronavirus en el área metropolitana de Buenos Aires.
En el fondo, se trata de que los casos de contagio no se disparen y que terminen colapsando un sistema sanitario que tiene deficiencias y graves problemas de infraestructura.<

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