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Un importante número de fieles participó de la misa en Luján, donde la Iglesia repudió el proyecto de legalización del aborto .
REAFIRMÓ SU POSTURA DE CARA AL INMINENTE ENVÍO DE UN PROYECTO DE LEY DEL GOBIERNO AL CONGRESO

Enérgico repudio de la Iglesia a la legalización del aborto

Ante numerosos fieles en Luján, afirmó que “no es lícito eliminar ninguna vida humana” y pidió “discernir prioridades” en un país con “altos niveles de pobreza e indigencia”.

La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó un fuerte rechazo a la legalización del aborto, ante el inminente envío de un proyecto de ley del gobierno nacional al Congreso, sostuvo que “no es lícito eliminar ninguna vida humana” y destacó la necesidad de “discernir prioridades” en un país que tiene “altos niveles de pobreza e indigencia”. 
Así se expresó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, al encabezar una masiva celebración eucarística frente a la Basílica Nuestra Señora de Luján, en el marco de la denominada “Misa por las mujeres y la vida” con que la Iglesia católica conmemoró el Día Internacional de la Mujer, y en la que se pidió que el próximo debate sobre el tema no caiga en la “descalificación” ni en la “estigmatización”. “Vivimos un tiempo donde es necesario discernir prioridades y no elegir temas que enfrenten a los ciudadanos de a pie de modo tal que esto atente contra la fraternidad y contra la posibilidad de tener un horizonte común como pueblo. Sin fraternidad no hay pueblo. 
Si no hay fraternidad siempre habrá buitres dispuestos a rapiñar nuestro país”, expresó Ojea en la homilía de la misa, que se celebró al aire libre. Fue después de señalar que el país atraviesa “una situación extremadamente delicada”, con “altos niveles de pobreza e indigencia”, en donde “hay por lo menos 4.400 villas o barrios precarios”, en los cuales “casi la mitad de sus habitantes son niños, niñas y adolescentes que necesitan alimentarse y nutrirse bien”, y “muchos no tienen agua potable”. 
Justo una semana después de que el presidente Alberto Fernández anunciara ante la Asamblea Legislativa su intención de enviar en los próximos días un proyecto al Parlamento para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo, el obispo de San Isidro reiteró la postura histórica de la Iglesia y, con enérgicas palabras, habló ante decenas de obispos y sacerdotes, y números fieles llegados de distintas partes de Buenos Aires e incluso otras provincias. “Millones de argentinos y argentinas, creyentes y no creyentes, tienen la profunda convicción de que hay vida desde la concepción y que una persona distinta de su madre va desarrollándose en su seno. 
Es injusto y doloroso llamarlos antiderechos o hipócritas”, expresó el titular de la CEA. 
La celebración fue presidida por Ojea, y concelebrada por el vicepresidente primero del organismo, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Poli; el vice segundo, monseñor Marcelo Colombo, y el secretario general, monseñor Carlos Malfa, entre otros obispos de todo el país, y tuvo su réplica en catedrales y templos de todo el país.
También participó el referente de los curas villeros, el padre José María Pepe di Paola, y otros sacerdotes de ese grupo, junto a una nutrida delegación de fieles provenientes de barrios pobres de la provincia y representantes de iglesias evangélicas. También estuvo presente en la misa el secretario de Culto de la ciudad de Buenos Aires, Federico Pugliese. 
Al ser un tema que atraviesa transversalmente los partidos políticos, participaron de la misa referentes de distintos espacios. En ese marco, monseñor Ojea aseveró que “no es lícito eliminar ninguna vida humana como afirma nuestra Constitución Nacional”, dijo que “la vida es el primer derecho y sin él no puede darse ninguno más”, La Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico cuestionó la misa desarrollada en Luján por la Conferencia Episcopal Argentina en rechazo al proyecto que busca legalizar el aborto y repudió “el uso de sus púlpitos en contra de la futura ley que permitirá a las mujeres decidir libremente sobre sus cuerpos”.
“La decisión comunicada por el Ejecutivo de presentar un proyecto de ley que tutele la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) en nuestro país está siendo atacada y destacó que la Iglesia lo reclama “para todos, en cualquier edad o situación en la que se encuentre esa vida y de un modo especial para quien se halla débil, desprotegido e indefenso”. 
Con citas al papa Francisco y al pontífice emérito Benedicto XVI, Ojea destacó a las “mujeres inteligentes y valientes que se juegan la vida día a día, esa vida que se anunció alguna vez en un embarazo no planeado, que tal vez no llega en el mejor momento pero totalmente entregadas a acompañar ese nuevo ser que han recibido” en el trabajo, la escuela, en la calle y dolorosamente lo decimos también en la Iglesia”.

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