BOLIVIA

Sedición: Argentina le pidió a Áñez que proteja a periodistas

El Canciller argentino le pidió al Estado vecino que brinde seguridad a los trabajadores de prensa que fueron atacados en las protestas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina pidió a las autoridades de Bolivia “velar por la seguridad e integridad física” de los periodistas argentinos que están trabajando en ese país luego de que, en la últimas horas, fueran sometidos a “situaciones de violencia”.
Tras la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, numerosos medios de la Argentina que viajaron al país a cubrir las repercusiones y la asunción de la nueva presidenta autoproclamada, la senadora Jeanine Áñez, denunciaron haber sido hostigados y amenazados por ciudadanos y autoridades de Bolivia.
En respuesta, la Cancillería emitió en la tarde de ayer un comunicado en el que informó haber solicitado “a las autoridades en ejercicio del poder en Bolivia velar por la seguridad e integridad física de los medios argentinos presentes en territorio boliviano”.
“El Consulado General de Argentina en La Paz ya tomó contacto con los periodistas argentinos a raíz de las situaciones de violencia a las que fueron sometidos en estas últimas horas y se continuará en seguimiento de la situación para asegurar la defensa de la libertad de prensa y la asistencia a los ciudadanos argentinos”, afirmó la cartera a cargo de Jorge Faurie.
Por otra parte, la recientemente nombrada ministra de Comunicación del gobierno provisional, Rozana Lizárraga, denunció ayer a los “periodistas o pseudo-periodistas que estén haciendo sedición” y afirmó públicamente que el gobierno “va a tomar las acciones pertinentes” contra ellos.
“Ya se tiene identificado a los periodistas extranjeros que están causando sedición y el ministro de Gobierno va a tomar las acciones pertinentes en todo esto”, afirmó la ministra.
“Tienen que responder a la ley boliviana”, dijo Lizárraga sobre los “periodistas que son en algunos casos bolivianos y en otros extranjeros” a quienes reclamó hacer un “periodismo de honestidad” y evitar la “convulsión social”.