MEDIDA DE FUERZA

La CGT pidió al Gobierno "acciones inmediatas" y dijo que el paro fue "contundente"

Los jefes de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, reclamaron al gobierno que tome "acciones inmediatas" para "frenar la decadencia" en el país, a la vez que aseguraron que el paro de este miércoles fue "contundente" y "no político".

En una conferencia de prensa esta tarde, en la sede de la CGT, los sindicalistas evaluaron junto a otros dirigentes de la central obrera los alcances de la huelga por 24 horas que realizaron hoy los adherentes a sus gremios, la quinta contra la gestión de Cambiemos.

En ese marco, Daer pidió a las autoridades nacionales "que tomen acciones inmediatas" para "frenar la decadencia social, política y económica".

En tanto, Acuña se refirió a la coyuntura preelectoral y aseguró que el paro "no es político, no es contra nadie" pero reconoció que se decidió la huelga porque "la gente nos estaba pidiendo alguna manera de acción" para enviar un mensaje al gobierno.

Daer también consideró que la huelga tuvo "un acatamiento contundente" y aseguró que los gremios "más un sector mayoritario del pueblo argentino se sumó a la convocatoria de la CGT para reclamar medidas urgentes de rectificación de las políticas económicas que fueron erosionando toda la economía".

"Queremos ratificar el rumbo que ha tomado esta Confederación General del Trabajo en ir siempre en busca de un camino que resuelva los temas de los más necesitados, los temas de fondo de nuestro país y que permita de una vez por todas que en la Argentina se pueda vivir dignamente", dijo.

Luego, Acuña admitió que la medida de fuerza se debe a que "la gente nos estaba pidiendo de alguna manera una acción, encontrar un camino donde le pueda mandar un mensaje a este gobierno".

En ese sentido, consideró que el gobierno lanzó "cortinas de humo, como los diez puntos que quedaron en la nada" y aseguró que "esta CGT tuvo la prudencia necesaria para el diálogo".
"Hemos llevado siempre el diálogo, pero nunca hemos encontrado una respuesta a los pedidos y las inquietudes nuestras para mejorar el destino de los argentinos", acotó.

El paro se hizo sentir en el interior del país

El paro general dispuesto hoy por la CGT se hizo sentir en el interior del país, principalmente en las ciudades en donde el cese de actividades alcanzó al transporte público.

   La notoria falta de colectivos impidió que pudieran llegar a sus trabajos quienes pretendían hacerlo más allá de la decisión de si sus gremios adherían o no en numerosas ciudades del interior del país.

   En general, el comercio fue el rubro con menor acatamiento, sobre todo en aquellos locales que abrieron sus puertas atendidos por los dueños, en muchos casos ante la imposibilidad de los empleados de poder trasladarse a sus puestos de trabajo.

   Sin embargo, la actividad comercial estuvo lejos de ser normal por la falta de gente en las calles, situación que le dio a la medida de fuerza la característica de "paro dominguero", en un panorama similar al que se observó hoy en muchos barrios de la ciudad de Buenos Aires y también en el conurbano.

   Otra característica común en la mayoría de las ciudades fue la ausencia de incidentes de magnitud, salvo algunas denuncias aisladas por presuntas "apretadas" a quienes decidieron abrir sus locales o presentarse en sus puestos de trabajo.

   Los movimientos sociales instalaron ollas populares en diversos puntos y cortaron accesos a las ciudades, pero no en todas las ciudades el paro contó con un acto central.

   En Mendoza, el Ente de la Movilidad Provincial informó que se dispuso custodia policial en los colectivos y en las estaciones de metrotranvía para garantizar que no hubiera inconvenientes.

   No obstante, la frecuencia de los servicios se vio afectada en un 70%, hecho que también conspiró contra la movilidad de la gente.

   Las estaciones de servicio estuvieron abiertas, por lo que los automovilistas pudieron abastecerse y circular sin problemas.

   A media tarde, el gobierno provincial aseguró que el nivel de adhesión en la provincia fue "muy bajo", según estimaciones del ministro de Gobierno, Lisandro Nieri.

   En Córdoba, Tucumán, Misiones y Salta, por ejemplo, el panorama fue bastante distinto porque el paro de transportes fue total, tanto para los servicios de corta como de larga distancia.

   En la capital mediterránea, los distintos gremios marcharon desde sus sedes hasta confluir en la intersección de Colón y General Paz.

   Los dirigentes sindicales Roberto Baradel, Hugo Yasky y Pablo Micheli participaron en esta provincia de los actos por el paro nacional y el 50 aniversario del Cordobazo.

   En Córdoba, también, agrupaciones de izquierda cortaron el Puente Centenario y luego marcharon hacia el centro.

   El panorama de menor movimiento al habitual también se observó en las principales ciudades de la Patagonia, donde, además, la adhesión a la huelga por parte de los sindicatos petroleros paralizó en buena medida la actividad hidrocarburífera en los yacimientos.

   En Neuquén, los gremios convocantes al paro, que afectó a todos los servicios públicos de la ciudad, se concentraron antes del mediodía frente al céntrico monumento a San Martín.

   En Rosario hubo dos actos gremiales multitudinarios, uno en la plaza 25 de Mayo y el otro frente a la Bolsa de Comercio.

   En Tucumán, la Administración Central de la Provincia no adhirió a la protesta ni decretó asueto, pero el nivel de ausentismo por parte de los empleados públicos fue alto por el paro de transportes.

   En Jujuy, la administración pública funcionó casi como un día normal, mientras que se presentó la particularidad de largas filas de trabajadores frente a sedes policiales para solicitar constancias de ausencia por falta de transporte.

   En cuanto a las escuelas, las pocas estatales que abrieron sus puertas en el interior no pudieron dar clases con normalidad debido a la ausencia de alumnos o de docentes, mientras que en el ámbito privado la actividad estuvo más cercana a la de cualquier otro día.

   Los bancos en general no abrieron sus puertas y solo operaron por internet, mientras que los comercios abrieron sus puertas casi con normalidad, salvo aquellos con muchos empleados en los que se vio resentida la asistencia por falta de transportes.