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Desde una cárcel bonaerense donaron 2.000 rosarios

Internos de la Unidad 13 de Junín elaboraron con materiales reciclados los símbolos religiosos que serán distribuidos por distintas parroquias entre niños carenciados.

Con materiales reciclados donados, cerca de 200 privados de libertad de la Unidad 13 de Junín elaboraron 2.000 rosarios que fueron donados para ser distribuidos en distintas parroquias. En tanto, más de 600 internos del mismo penal participaron de un rezo mundial por la paz, en respuesta a un pedido del papa Francisco.

Ambas actividades se realizaron el viernes en el establecimiento que depende del Servicio Penitenciario Bonaerense en el marco del centenario aniversario del nacimiento del Beato Francisco Marto, primer vidente de la Virgen de Fátima, coordinadas por la Pastoral Penitenciaria.

Los internos que participaron del emprendimiento solidario están alojados en los pabellones 5 y 11. Ellos fabricaron los elementos religiosos con tanzas, hilos, papel y pegamento, todos materiales donados por varias dependencias y personas. En el caso de las tanzas fueron donadas por una empresa que fabrica raquetas de tenis.

El “Proyecto de voluntariado católico” fue impulsado en el establecimiento penitenciario por el párroco Gustavo González, quien recibió la colaboración del Municipio de Junín a través de la Subsecretaría de Medio Ambiente, RSU ambiental y la Asociación de Terapia Integral y Ayuda para el Discapacitado Mental (ATIADIM).

Ya en octubre pasado se habían donado 300 rosarios, y para la última Navidad, otros 500. Por lo que con esta entrega ya suman 2.800, que se repartieron a través de las iglesias de la zona entre niños carenciados.

Los rosarios e incluso los sobres en que se conservan fueron elaborados íntegramente con material en desuso.

Juan, uno de los internos que participó del gesto solidario, explicó que “estamos cumpliendo una doble función: ayudamos a los chicos carenciados para que aumenten su fe en Dios y cuidamos el medio ambiente elaborando los rosarios con materiales reciclados”.

Por su parte, Omar, otro de los privados de libertad, expresó: “Siempre estamos abocados al compromiso con la Iglesia y el Medio Ambiente porque consideramos que es la mejor alternativa de mostrar el cambio y decir gracias por una nueva oportunidad”.

Sobre esta iniciativa, el ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, explicó que “esto es lo que nos pide la gobernadora María Eugenia Vidal y es importante que el trabajo de los internos vuelva a la comunidad y genere una reivindicación para esa persona, que entiende que es útil para una sociedad a la cual ha dañado y por eso están penando una condena”.

También se entregaron certificados a 100 internos que participaron de un curso de cuidado del medio ambiente.

Las capacitaciones en el ámbito carcelario se llevan adelante a través de la Dirección General de Asistencia y Tratamiento y la Subdirección General de Trabajo del Servicio Penitenciario Bonaerense.

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