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CRUCES ENTRE FRENTES OPOSITORES

Para Duhalde, Cristina no ve mal la candidatura de Lavagna

El ex presidente, que está impulsando una coalición con la mayor parte de la oposición, afirmó que no va a “aparecer en ninguna foto”, y que buscará convocar a un diálogo interreligioso, luego de destacar el rol de las iglesias en la política.

Eduardo Duhalde aseguró que está detrás del armado de “una gran coalición” en la que el postulante para ocupar la presidencia sea Roberto Lavagna. Lo ve como un aglutinador que hasta podría contar con un guiño de Cristina Kirchner: “Hace un tiempo, Cristina me envió algunos mensajes por intermedio de sus amigos, y en uno de ellos me decía que no veía mal lo de Lavagna”, aseguró.
En otra reflexión, cuando se le preguntó si no era demasiado tiempo esperar hasta mitad de año para definir candidaturas -es el tiempo que planteó Lavagna-, ató la suerte de ambos dirigentes: “¿Qué dijo Cristina, se va a presentar?”, repreguntó. Y frente a la insistencia sobre si en esa gran coalición podrían estar “la izquierda y Cristina”, Duhalde respondió: “Hablé con Martín Lousteau y con la izquierda. Mi opinión de Cristina está escrita (en enero había dicho respecto a un tercer mandato de CFK: “Creo que el tiempo pasado no va a volver, la corriente va para otro lado”).
Finalmente, el dirigente adelantó que si no logra armar esa gran coalición será “el primero en decirle a Roberto (Lavagna) que no se presente”. Sostiene que habla con todos, “pero no voy a aparecer en ninguna foto”. 
Duhalde enumeró que se juntó con Ricardo Alfonsín, José Luis Espert y Alfredo Olmedo, que “no están en la misma postura ideológica, pero qué importa eso...”. 
En ese abanico amplio, valoró el rol que podrían tener las iglesias (católicos, evangélicos, musulmanes y judíos) a la hora de convocar a un diálogo interreligioso.
También hubo lugar para hablar de su pasado. Duhalde reconoció errores de gestión: consideró un “error garrafal” haber dicho “el que puso pesos recibirá pesos y el que recibió dólares recibirá dólares”. 
También consideró otro error no haber dejado a nadie de su equipo como reemplazo, en lugar de Néstor Kirchner. 
Sostuvo una vez más que, como había dicho en marzo de 2002, la Argentina está condenada al éxito. Pero diferenció: la dirigencia “antes era de mierda y ahora es peor. Estamos chapoteando en una cloaca, peleándonos como estúpidos”. Consideró que “se requiere un compromiso de diez puntos para tener un futuro venturoso”. 
Finalmente, dijo tener “un aprecio” por Carlos Menem y contó que lo fue a visitar a su casa de Buenos Aires “hace un tiempo”.

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