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Otra cumbre peronista: Máximo e Insaurralde

Luego del encuentro de Massa y el presidente del peronismo bonaerense, Menéndez, se sentaron a cenar el diputado de La Cámpora y el intendente de Lomas de Zamora. Pretenden unificar sectores.

Máximo Kirchner y Martín Insaurralde protagonizaron el jueves a la noche la segunda juntada política del naciente 2018. Ocurrió unas horas después de la charla veraniega entre Sergio Massa y Gustavo Menéndez, el recién asumido jefe del PJ bonaerense.
Máximo e Insaurralde cenaron en el quincho del parque de Lomas de Zamora, al que el diputado por Santa Cruz fue antes, y donde el año pasado Cristina Kirchner se reunió con intendentes peronistas.
La juntada dejó pistas y señales, pero no una postal.
Así como Menéndez habló con Massa sobre la intención de buscar una síntesis en el panperonismo, los comensales lomenses exploraron el mismo enfoque, aunque se detuvieron en un trámite previo: cómo lograr, lo más rápido posible, el ensamble operativo y político entre el PJ y Unidad Ciudadana.
Como se sabe, el peronismo territorial conformó bloques propios en la Legislatura, ajenos a los del cristinismo. Votaron, incluso, diferente en temas sensibles para María Eugenia Vidal. Anoche, Insaurralde y Máximo hablaron de conformar “equipos técnicos” para buscar puntos de acuerdo.
Más simple: los alcaldes coinciden en las posiciones públicas con los K en los temas nacionales, pero van por cuerda separada en las cuestiones provinciales. Hasta acá, el kirchnerismo concede como un “permitido” la actitud más que amigable de los intendentes con Vidal.
El primer gesto en esa dirección será participar de la campaña, lanzada desde el Instituto Patria, para reunir un millón de firmas contra la reforma previsional que entre cacerolazos y represión policial, el Congreso votó a fin de diciembre.
Detrás aparece una obsesión: mantener los vínculos y evitar más facturas pensando en un 2019 donde la división del PJ sería funcional a las fantasías reeleccionistas de Macri y Vidal. Insaurralde tiene un ojo en la gobernación y sabe que sus chances, entre otras muchas cuestiones, dependen de que el PJ no se disperse.
Cerca de los cumbristas dijeron que el encuentro va en línea con la charla entre Menéndez y Massa. “Estamos en sintonía, trabajando para que todo el peronismo esté en línea”, dijeron a Clarín.
Subyacen, siempre, recelos y picardías. De hecho, desde La Cámpora miran con displicencia a Menéndez por su currículum diverso: fue candidato de Duhalde, Massa y de Cristina.
Así y todo, aunque el camporismo no puso figuras de peso en la nueva cúpula del PJ bonaerense, Insaurralde arrimó el acuerdo de la tercera sección, con la vice de Fernando Gray, que el año que viene se convertirá en presidente del partido, según el acuerdo “de palabra” con Menéndez.