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PEDIDO DEL ARZOBISPO DE TUCUMÁN

La Iglesia reclamó a los políticos argentinos gestos de unidad

En el tradicional tedeum en Tucumán por el 9 de Julio, el arzobispo Alfredo Zecca le pidió a la dirigencia que trabaje para la sociedad.

El arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, les reclamó a los políticos que dejen de lado sus intereses personales y partidarios para dedicarse a resolver las necesidades de la sociedad. Lo hizo ayer a la mañana al oficiar el tedeum del 9 de Julio en la iglesia Catedral de Tucumán. De la ceremonia religiosa participaron la vicepresidenta, en ejercicio del Ejecutivo nacional, Gabriela Michetti , el gobernador Juan Manzur y funcionarios nacionales, provinciales y municipales. Antes de la misa, las autoridades compartieron un chocolate en la plaza Independencia, donde se realizó el izamiento de la Bandera.
Monseñor Zecca, quien le presentó su renuncia al papa Francisco y espera la designación de un sucesor para abandonar su cargo al frente de la Arquidiócesis de Tucumán, dedicó gran parte de la homilía para reclamar a la dirigencia argentina gestos de solidaridad y de unidad.
"Todos sabemos que los primeros años de la Argentina no fueron fáciles ni tranquilos: las guerras golpearon a todas las familias, la organización definitiva tardó en llegar, la calidad de vida no siempre fue buena, la precariedad de la existencia se hacía notar. Pero había espíritu de sacrificio, amor por la Patria, grandeza, generosidad y, por ello mismo, lograron hacer realidad lo que soñaron", expresó el religioso en el inicio de su mensaje.
Ante la atenta mirada de las autoridades presentes, Zecca recordó que "ningún triunfo social se logra sin postergar los propios intereses" y sostuvo que "para tener éxito como país, es necesario dejar de lado muchas pretensiones -aun legítimas- para apostar al bien común". El arzobispo de Tucumán dijo que "los primeros que deben hacer esto son quienes nos gobiernan, para así enseñarlo, con la acción y con el ejemplo a los demás".
Zecca advirtió que "es difícil, cuando uno sospecha de sus dirigentes, hacer esfuerzos, dejar de lado las protestas fáciles para comprometerse con el cultivo de las virtudes, con el estudio que ennoblece, con el trabajo honesto y esforzado".
En otro tramo de la homilía, monseñor les recordó "a los políticos, a los empresarios, a los sindicalistas, a toda la dirigencia, que el poder tiene, necesariamente, una función social, y que sólo cuando es ejercido desde esa función social que deja atrás intereses personales y partidistas siempre secundarios ante lo que constituye, en definitiva, lo primordial, dicho poder puede tener consecuencias constructivas".
Además, el religioso consideró que "un buen gobierno debe generar las condiciones para que todos los ciudadanos puedan crecer" como personas. "Se trata de condiciones sociales, económicas, jurídicas y, sobre todo, culturales", enfatizó.
A continuación, Zecca sostuvo que "ningún pueblo saldrá de sus dificultades si no toma en serio la educación". Y advirtió que "la educación en Argentina está, cuando menos en 'emergencia', por no decir 'tragedia'". Frente a esta crisis educativa, el arzobispo señaló que "los ciudadanos deben asumir seriamente su deber de crecer como personas para aportar su cuota al bien común de la Nación" ya que, recordó, "ningún gobierno ni política pública va a hacer lo que a ellos compete".

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