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NEGOCIOS AGROPECUARIOS

Caída en la superficie y producción de soja con respecto a la campaña anterior

La reciente estimación de la Bolsa de Cereales porteña apunta a una cosecha de soja de la campaña 2016-2017 de 53,5 millones de toneladas, 2,5 millones menos que en el ciclo anterior, por las contingencias climáticas, el desvío hacia otros cultivos y una menor superficie sembrada.
La mirada del Gobierno está puesta en las divisas que podrían ingresar por el 30 por ciento de las retenciones, ya que la soja es el único grano que tributa derechos de exportación.
El año pasado, la Bolsa, siempre a través del Panorama Agrícola Semanal (PAS), declaró finalizada la cosecha, por episodios húmedos que impedían su conclusión, recién el 18 de  agosto de 2016, con 56 millones de toneladas producidas.
Mientras que este jueves, el PAS dio por terminada la siembra de soja y consideró que se sembraron 19,2 millones de hectáreas contra 20,1 millones del ciclo anterior 2015-2016.
Por lo tanto no se habla ni de una siembra, ni de una cosecha récord de soja y también los tópicos se reflejan en los precios. La especialista Sofía Corina de la Bolsa de Comercio de  Rosario (BCR) analizó que “con la prima climática a flor de piel, la volatilidad de la soja tanto en Chicago como en la plaza local fue preponderante en el mes de enero último”.
“Excesos de lluvias primero, días de radiante sol después, en medio de un contexto geopolítico tirante, produjeron vaivenes del orden de los 500 pesos en pocos días en nuestro recinto”, indicó Corina de la BCR.
Después del vuelo climático de los 4600 pesos la tonelada en el Mercado Físico, la soja busca pista de aterrizaje para ingresar al nuevo ciclo comercial, dijo.
“Durante los últimos días, la tonelada de soja fluctuó entre los 4200 a 4300 pesos la tonelada frenando el dinamismo comercial de los primeros 15 días de enero”, manifestó.
Formalmente el primer lote de soja cosechado de la actual campaña ya ingresó a la BCR y provino de Potrero Norte, Formosa, y cuando en abril sea subastado, la entidad comenzará el período comercializador de soja 2016-2017 formalmente.
Mientras tanto, Coninagro, que agrupa a las cooperativas rurales del país se lanzó a visitar las zonas afectadas por las inundaciones primero y por incendios después.
La economista Silvina Campos Carlés produjo un interesante informe sobre las inundaciones, porque mucho se habla y dice: que son 600.000 hectáreas que quedaron sin sembrar y casi 1 millón sin cosechar, pero la verdad surgirá con el tiempo, cuando amaine, si ocurre.
Mientras tanto, Coninagro contabilizó que las inundaciones afectan el centro-sur de Santa Fe y zonas del norte y oeste de Buenos Aires y Córdoba.
Fueron cuatro temporales que se desataron desde el 16 de diciembre de 2016 en Buenos Aires, sur de Córdoba y Santa Fe y NO de Entre Ríos hasta el 15 de enero de 2017.
El 25 de diciembre de 2016 la furia del agua cayó sobre las localidades bonaerenses de Pergamino y Ramallo y en Córdoba mientras que el 1 de enero de 2017, las precipitaciones  desbordaron el sur y el centro de Santa Fe.
Al fin el 15 de enero último, bajó abundante lluvia sobre Santa Fe, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires.
Campos Carlés consideró que la provincia más afectada es Santa Fe con entre 500 y 600 personas evacuadas, en una contingencia que llegó a 70 localidades y 18 departamentos provinciales.
Calculó que cuatro millones de hectáreas santafesinas están en serios problemas de las cuales, 1,5 millones de hectáreas se encuentran en forma crítica lo que significa el 25% de la superficie productiva de la provincia: soja, maíz y girasol.
En lo que hace a lechería, en la cuenca santafesina hay 1350 tambos, 150.000 vacas, 1.800.000 litros de leche se pierden por día y 54 millones de litros de leche se esfumarán en el mes.
El total de agro en pérdidas económicas productivas oscila entre 1100 y 1750 millones de dólares, suma que llega a los 3500 millones de dólares si se adicionan lo que fue perdido en abril de 2016.
Las inundaciones se producen por falta de obras importantes y por exceso de otras menores, porque los están que aguas arriba tratan de hacer canales y tirar el líquido a los de abajo.
La necesidad de un acuerdo interprovincial flota en el aire, por eso anunció el ministro de Agroindustria de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, que el 13 de marzo se juntará con sus pares de Santa Fe y Córdoba.
Aunque no sea de la agenda, quizá este problema se sume a la discusión ahora que se licita una parte de la Cuarta Etapa del Plan Maestro de la Cuenca del Salado y después del Río Quinto que manda el agua de Córdoba a Buenos Aires.

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