MORENO
Proyecto xxx: la dueña de la quinta se desligó
La dueña de la quinta del partido bonaerense de Moreno en la que el miércoles fue asesinado un joven y al menos otros tres resultaron heridos durante una fiesta del Día de la Primavera, dijo ayer que los organizadores la “engañaron” y que le habían prometido que sólo habría “cien personas”.
Se trata de una mujer llamada Celina, quien aseguró que ella le alquiló el predio a dos chicos llamados Gabriel y Ezequiel, que querían celebrar el 21 de septiembre y el cumpleaños de uno de ellos.
“La mamá de uno de los chicos estaba acá en una reu-nión de mujeres y él vino a decir 'ya pasó mi cumpleaños pero el Día de la Primavera quiero reunirme con mis amigos y de paso festejo mi cumple'”, contó la mujer.
Recordó que cuando le preguntó cuántos chicos iban a ir, le contestó que “entre cien y ciento cincuenta”, y agregó que les dejó en claro que debían llevar “patovicas” y no publicitar la fiesta en Internet para que no se fuera de control.
Mientras la mujer daba la nota, por la puerta de la quinta pasaron gran cantidad de motos, autos y dos colectivos repletos de jóvenes que gritaban “vamos a volver” y hacían gestos con las manos como amenazando con disparar.
En diálogo con la prensa, Celina manifestó que la quinta “no es un salón de fiestas permanente”, que sólo la alquila a conocidos en “casos eventuales” y que aceptó porque el monto del alquiler “de unos cuatro mil pesos” serviría para pagar las facturas adeudadas de la electricidad: “Estoy apretada para pagar la luz, les dije 'voy a aceptar esta propuesta porque con esta plata pago la luz'”, afirmó.
Sobre lo sucedido esa noche relató que ella misma se encargó de la seguridad de la quinta.
Se trata de una mujer llamada Celina, quien aseguró que ella le alquiló el predio a dos chicos llamados Gabriel y Ezequiel, que querían celebrar el 21 de septiembre y el cumpleaños de uno de ellos.
“La mamá de uno de los chicos estaba acá en una reu-nión de mujeres y él vino a decir 'ya pasó mi cumpleaños pero el Día de la Primavera quiero reunirme con mis amigos y de paso festejo mi cumple'”, contó la mujer.
Recordó que cuando le preguntó cuántos chicos iban a ir, le contestó que “entre cien y ciento cincuenta”, y agregó que les dejó en claro que debían llevar “patovicas” y no publicitar la fiesta en Internet para que no se fuera de control.
Mientras la mujer daba la nota, por la puerta de la quinta pasaron gran cantidad de motos, autos y dos colectivos repletos de jóvenes que gritaban “vamos a volver” y hacían gestos con las manos como amenazando con disparar.
En diálogo con la prensa, Celina manifestó que la quinta “no es un salón de fiestas permanente”, que sólo la alquila a conocidos en “casos eventuales” y que aceptó porque el monto del alquiler “de unos cuatro mil pesos” serviría para pagar las facturas adeudadas de la electricidad: “Estoy apretada para pagar la luz, les dije 'voy a aceptar esta propuesta porque con esta plata pago la luz'”, afirmó.
Sobre lo sucedido esa noche relató que ella misma se encargó de la seguridad de la quinta.