Esta tarde, en el despacho presidencial, Mauricio Macri y el gobernador santafesino Miguel Lifschitz buscarán dejar atrás las diferencias y, si no surgen imprevistos, firmarán un convenio de seguridad para combatir el delito y el narcotráfico. Altas fuentes de la Casa Rosada adelantaron que el Gobierno enviará -además de un número no precisado de gendarmes- cerca de 350 detectives, es decir, personal no uniformado que se encargará de descubrir el “modus operandi” del delito y el narcotráfico.
El macrismo insistía con que Lifschitz debe reconocer el problema en la lucha contra el narcotráfico. Y que tiene que dar luz verde al inicio de auditorías en las comisarías, especialmente en Rosario.
De esta forma, la Nación y la gobernación de Santa Fe acordaron la llegada a la provincia de agentes “súper profesionales” que trabajarán en “zonas específicas”, donde la violencia está instalada hace tiempo. “No importa el número, lo importante es que sea un plan a largo plazo”, pidió Lifschitz. El ministerio de Seguridad que comanda Patricia Bullrich aún no definió el número de gendarmes pero pondría el acento en el personal adicional no uniformado.
PACTARÁN EL ENVÍO DE GENDARMES Y 350 DETECTIVES A LA PROVINCIA DE SANTA FE
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