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No dormir disminuye capacidad de alerta como si se estuviera borracho

Lo afirma un estudio del Conicet, que señala que la falta de sueño provoca varias enfermedades

Una persona que permanece despierta 17 horas seguidas, tiene una baja capacidad de alerta, equivalente a si estuviera alcoholizada, según afirmaron investigadores del CONICET, quienes señalaron que “es importante erradicar la idea de que dormir es perder el tiempo; por el contrario, es indispensable para la vida”.

“Si una persona se levanta a las 6 de la mañana, va al trabajo y vuelve a las 23 manejando por autopista a su casa -aseguró Daniel Vigo, médico clínico y doctor en fisiología- tiene el mismo riesgo de chocar que si estuviera alcoholizada. Esto es porque los niveles de alerta disminuyen notablemente ante la falta sueño”.

Para medir el “nivel de alerta”, los investigadores utilizan un “test de reacción psicomotora”, que consiste en evaluar la velocidad de respuesta de una persona ante un estímulo. El aumento de la probabilidad de un accidente, que es suficiente con una sola noche en la que no se duerme lo correspondiente, no es la única consecuencia de permanecer “en vigilia más horas de lo apropiado”.

“Un adulto debe dormir como promedio 8 horas diarias, un adolescente 9 y un niño 10. Cuando esto no sucede, durante la vigilia la persona se siente cansada, irritable, presenta desánimo y su nivel de alerta disminuye”, enumeró el especialista, que investiga los ritmos biológicos.

Vigo, quien encabezó una investigación sobre el sueño de choferes de colectivos urbanos y de media y larga distancia, señaló además que “en el largo plazo, la falta de sueño puede provocar aumento de la enfermedad coronaria, deterioro cognitivo, diabetes, obesidad y algunos tipos de cáncer”.

“Los procesos que se desatan para asociar cada una de estas patologías a la falta de sueño -continuó- son complejos. Para dar un ejemplo podemos mencionar la obesidad. Algunos estudios asocian la privación de sueño con altos niveles de grelina (una hormona que aumenta el apetito) y bajos niveles de leptina (una que inhibe el apetito), y hay otros estudios que también vinculan la falta de sueño a una desincronización entre los periodos de mayor eficiencia metabólica y los momentos en que consumimos alimentos”.

“Por el contrario -sostuvo- cuando se duerme lo suficiente, se mejora el aprendizaje, se restaura el cuerpo y se potencian los mecanismos de conservación de la energía”.

“Durante el sueño el cerebro establece nuevos vínculos, asocia las vivencias o conocimientos incorporados en el día con las experiencias o información previa, por eso decimos que se mejora el aprendizaje”, indicó el neurofisiólogo, quien destacó que durante el sueño predomina un tipo de inmunidad diferente al de la vigilia y se continúan sintetizando proteínas.