ANÁLISIS

Ebullición en el PJ tras el regreso de Cristina

Cristina Kirchner volvió a la política activa para ser la líder de la oposición. Lo dejó en claro ayer, al reunirse con 71 de los 79 diputados nacionales que tiene el Frente para la Victoria, justamente la bancada que sufrió la escisión de una veintena de legisladores a comienzos de año. Pero más allá de sus ambiciones, el regreso impacta específicamente en el peronismo.
De hecho, dos de los ausentes del encuentro encabezado por la ex presidenta en su flamante oficina del Instituto Patria, ubicado a una cuadra del Congreso, fueron el sanjuanino José Luis Gioja y el misionero Maurice Closs. Ambos son considerados como los portavoces de los gobernadores del PJ entre los diputados. El cuyano aspira incluso a encabezar el Justicialismo.
Gioja, así como Miguel Ángel Pichetto en el Senado, son las figuras de un peronismo moderado que es proclive al diálogo político con el Gobierno de Mauricio Macri. Entre los gobernadores, esa línea la encarga especialmente el salteño Juan Manuel Urtubey. Tanto, que el Presidente estuvo junto al mandatario norteño cuando Cristina pasó por los tribunales de Comodoro Py.
Pero la reaparición de la ex presidenta, acompañada por nutridas columnas de militantes, descoloca a estos dirigentes en su intento de armar un PJ sin kirchnerismo. O por lo menos de relegarlo de la conducción. Ese objetivo ya estaba plasmado entre los diputados, que no responden a Máximo Kirchner ni tampoco al jefe del bloque, Héctor Recalde, y que iban camino a una diáspora.
“Con el acompañamiento que tiene Cristina, el peronismo no buscará otro liderazgo”, dijo Diana Conti, la experimentada diputada kirchnerista. Esa visión se imponía ayer entre la dirigencia del FpV, que también comentaba por lo bajo el cuestionamiento público que hizo la ex presidenta a legisladores que admitieron que fueron presionados en algunas votaciones.
La complicación que les provoca a los peronistas moderados la reaparición de Cristina Kirchner es un daño colateral para el gobierno nacional, que necesita de la comprensión de ese sector político y parlamentario para continuar implementando las reformas económicas en marcha. En cambio, la ex presidenta se planta como una opositora férrea y podría arrastrar al PJ.
La línea discursiva de la ex mandataria parece clara: cuanto peor le vaya al gobierno, mejor le irá a ella. Sus colaboradores entienden que en las elecciones legislativas del año próximo, los votantes darán su apoyo mayoritario al oficialismo o la oposición según evalúen la gestión de Cambiemos, en una concepción verticalista basada en la tradición del presidencialismo.
Los planes políticos de Cristina Kirchner podrían incluir una candidatura a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires para las elecciones de medio término. En ese punto, también resulta evidente que el peronismo no kirchnerista resultaría perjudicado: tanto, que la primera proyección de ese sector indicaba que esa postulación clave recaería sobre Daniel Scioli.
El ex gobernador no estuvo en el acto que encabezó Cristina Kirchner en Comodoro Py. “Mi presencia estará dada más allá de lo físico. Si hay alguien que puede dar testimonio de lealtad, ese soy yo”, dijo horas antes de esa convocatoria. Por ende, volvió a ponerse sobre el tapete la idea de que Scioli no enfrentará nunca a la ex presidenta en eventual la interna partidaria.
¿Pero qué harán los intendentes bonaerenses que vienen expresando una postura claramente diferenciada de la del kirchnerismo duro? ¿Se alinearán con la ex presidenta o buscarán otros horizontes? Algunos de ellos emitieron un comunicado de respaldo a Cristina Kirchner por la avanzada del juez Claudio Bonadío, pero tampoco estuvieron ni movilizaron a Comodoro Py.
En una mirada más amplia sobre las fuerzas que abrevan en el peronismo, pero que hace rato que no reportan al PJ, Sergio Massa ratificó con la reaparición de Cristina Kirchner que su camino está marcado por afuera del Justicialismo, con alianzas como las que tejió con Margarita Stolbizer en la Provincia y con sectores del radicalismo en el interior del país.
El líder del Frente Renovador, que mientras la ex presidenta acaparaba la atención política suspendió sus actividades por un malestar estomacal, también es mencionado como un posible candidato a senador nacional para el año próximo. Pero a diferencia de Cristina Kirchner, no apuesta al fracaso del macrismo, sino a plantar una alternativa superadora.