La denuncia de la ex presidenta Cristina Kirchner contra el juez Claudio Bonadío recayó en manos del juez Sergio Torres. La ex mandataria pidió la recusación del magistrado y aseguró que el juez tiene “una manifiesta aversión política que ha sido expresada públicamente cuando manifestó que tenía opiniones privadas sobre mí que se las reservaba, lo cual además de otras actitudes y otras intervenciones lo hacen manifiestamente arbitrario, parcial, orientado políticamente”.
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