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Declararon policías en juicio por represión de diciembre de 2001 y ex comisario Santos postergó su testimonio

El juicio por la represión de los días 19 y 20 de diciembre de 2001 continuó con la ampliación de las indagatorias a integrantes de la Policía Federal, vinculados con el asesinato de Alberto Márquez y las heridas sufridas por Martín Galli y Paula Simonetti, y en los próximos días se espera el testimonio del entonces jefe de la Policía Federal, Rubén Santos, quien postergó su declaración.

El ex comisario está imputado por homicidio (culposo) de los manifestantes, por abuso de autoridad y por incumplir con sus deberes como funcionario público.
El Tribunal Oral Federal 6 (TOF6) está a cargo del proceso judicial que comenzó en febrero del año pasado y por el que hay 17 acusados sólo por cinco de las muertes producidas en la Plaza de Mayo, el Congreso y las inmediaciones del Obelisco porteño, sin considerar el total de 32 registradas en todo el país durante la vigencia del estado de sitio decretado para reprimir las protestas.
Tras escuchar a los testigos, el Tribunal pasó a la etapa de declaración indagatoria de los imputados mientras que la sentencia se espera que tenga lugar antes de fin de año.
Entre esos imputados se encuentran Carlos López, Eugenio Figueroa, Gonzalo Firpo Castro, Horacio Berardi, Orlando Oliverio, Sebastián Saporiti y Roberto Juárez, que formaban parte, durante esos días de 2001, del Departamento de Control de Integridad Profesional de esa fuerza y que circularon en brigadas de autos no identificables por la Avenida 9 de julio desde donde se produjeron los disparos con munición de plomo.
En las audiencias de ayer y hoy se escucharon los testimonios de Oliveiro y Berardi, auxiliar y comisario inspector del departamento de Control de Integridad Profesional de la fuerza, quienes conducían un Fiat Palio y una Ford Ranger, respectivamente; y de Juárez y Saporiti, que compartían el rango de sargento primero y auxiliar y tripulaban el Peugeot 504 junto a otro acusado, Eugenio Figueroa.
Berardi aseguró que no existió un plan de acción el día que sucedieron los acontecimientos, e insistió en que ese día no llevaba arma propia porque "no lo consideraba necesario"; mientras que Oliverio señaló que recibió la orden de recorrer y controlar y detalló que junto al resto de las brigadas que encabezaba por ser la persona con mayor jerarquía realizaron el itinerario habitual: el domicilio del jefe de la fuerza y también acusado, Santos, la mezquita y la Embajada de los Estados Unidos, y desde allí al centro porteño.
En la audiencia de hoy, Juárez calificó como “un desastre” el operativo llevado adelante por la dependencia de la que formaba parte, por haber sido integrada por gente que no estaba instruida para los acontecimientos que sucedían, en especial los auxiliares.
Saporiti criticó varios de los testimonios de los testigos que pasaron por el debate y aseguró no haber portado armas y ser totalmente ajeno a los delitos que se le imputan.
Las declaraciones de quien era secretario de Seguridad, Enrique Mathov, y de Santos, se esperaban para la próxima semana pero el funcionario del gobierno de la Alianza dijo que por el momento no ampliará su declaración, y el ex jefe de la Policía pidió postergar su testimonio para las próximas semanas, lo que implicó la reprogramación de las indagatorias a los entonces superintendente de Seguridad Metropolitana y el director general de Operaciones, comisarios Raúl Andreotti, y Norberto Gaudiero.
Andreotti y Gaudiero, responsables jerárquicos del accionar policial durante esos días, decidieron declarar después de escuchar la ampliación del testimonio de Santos, por lo que se espera que sus testimonios sean posteriores a los de el jefe máximo de la Policía Federal por esos días.

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