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EXPLOTACIÓN APÍCOLA

Hay que echar un vistazo a las colmenas

Es un buen momento para comenzar el monitoreo de varroa en apiarios para prevenir una enfermedad que provoca pérdidas por 300 millones de pesos anuales.

La varroosis es la enfermedad que mayores perjuicios causa a la apicultura argentina. Se estima que produce pérdidas por alrededor de 300 millones de pesos anuales, aún cuando los apicultores realizan aplicaciones de acaricidas desde hace más de tres décadas. Desde el Inta recomiendan apelar al mejor conocimiento de la enfermedad para utilizar las herramientas de control de la manera más eficiente posible.
Usualmente se sugiere realizar el monitoreo y control de varroa ni bien haya finalizado el flujo principal de néctar. El mes del año variará enormemente en función de la curva de floraciones de cada región. Dada la gran extensión territorial donde es posible realizar apicultura comercial, se recomienda trabajar con la curva de floraciones para ajustar las fechas del plan de monitoreo y control.

Momentos críticos
Teniendo en cuenta el contexto en que se registra la paulatina pérdida de eficacia de los principios activos acaricidas utilizados, la situación se ve agravada por el aumento en las dosis de las preparaciones ilegales. Esta situación requiere estar en alerta en los momentos críticos a efectos de minimizar las pérdidas ocasionadas por la varroosis.
Sobre este tema, la doctora Natalia Bulacio Cagnolo, del Inta Rafaela y del Programa Nacional Apícola del Inta, informó sobre reportes de prevalencias de varroa más altas de lo esperado para el mes de enero en el centro y sur de Santa Fe, Entre Ríos, norte de Buenos Aires, noroeste de Córdoba y en zona de riego de Santiago del Estero, momento en que las colonias se encuentran en plena temporada productiva. Dada esta situación, sugirió realizar un monitoreo para controlar las prevalencias de varroa en estado forético en enero y principios de febrero.

Aplicaciones
Bulacio comentó que si en alguna colmena del apiario se tiene más del cinco por ciento de varroa, el crecimiento de la población del parásito será exponencial para fin de la temporada ya que se considera que la cantidad de individuos se duplica cada 21 días.
“Lamentablemente, en la actualidad, contamos con pocas herramientas para el control que puedan solucionar esta situación” sostuvo Bulacio. Y recomendó aplicar ácido oxálico en su formulación aprobada por el Senasa en cámara de cría y reiterar el muestreo una vez finalizado el tratamiento. También recalcó que es importante que se realice en la cámara de cría debido que es allí donde se encuentran las abejas nodrizas y mayormente los ácaros. De ser posible, se debería acortar el período para la aplicación del tratamiento postcosecha. “Sabemos que es muy común que los apicultores esperen esa última extradita de néctar. Esto hace que el ácaro continúe multiplicándose sin inconvenientes y provoque daños enormes sobre las expectativas de vida de las colonias de abejas”, concluyó la profesional.

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