None
RETENCIÓN DE GRANOS

El que guarda siempre tiene, pero a veces, también pierde

La existencia de soja alcanza un volumen sin precedentes y esa acumulación de poroto en nuestro país, si bien da sostén a los precios en el corto plazo, acabará por salir al mercado con un enorme riesgo bajista para los precios.

Hace apenas cuatro meses, el valor disponible de la soja alcanzaba los $ 2.640 por tonelada, un 15% más que por estos días. Esta pronunciada caída ha tenido un fuerte impacto en los márgenes del productor al combinarse con un ajuste alcista de los costos de producción. Como consecuencia, el retraso en la comercialización del grano es alta y las pérdidas enormes.
De acuerdo con las cifras que publica el Ministerio de Agricultura, para mediados de septiembre se llevaban negociadas 33,3 de las 55,6 millones de toneladas que nuestro país produjo en la campaña actual o, o sea apenas un 60% de la recolección alcanzada en la actual campaña. A la misma fecha del año anterior este cociente alcanzaba el 70%, mientras que el promedio de las últimas cinco campañas arroja un 80%.
Agravando el panorama, las perspectivas a mediano plazo no arrojan esperanzas de una sensible recuperación de los precios. La producción mundial luce inmejorable para la nueva campaña: Estados Unidos ha comenzado a levantar una cosecha que rompería todos los récords históricos, al tiempo que tanto Brasil como Argentina destinarían a soja al menos la misma superficie de tierra que en el récord de la campaña anterior, ya que aún resulta más atractiva que cultivos sustitutos.
Sólo la ganadería parece erigirse como una alternativa interesante en aquellos lotes con aptitudes, aunque no en todos los casos asegura la liquidez que necesita el productor.
En este contexto se continúa acumulando la reconstrucción de inventarios en nuestro país. Según proyecta el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, de los 9,3 millones de toneladas de carry in con los que arrancó la presente campaña, se le sumarían algo más de 4 millones para cerrar el año comercial con un stock de 13,5 millones de toneladas, un volumen sin precedentes en nuestro país.
Además, el organismo norteamericano estima que el patrón de comercialización se mantendría mayormente invariable por lo que la nueva campaña acumularía otros 4 millones de toneladas de inventario, cerrando en 17 millones. La acumulación de poroto, si bien puede actuar como sostén de su valor en el corto plazo, más antes que después acabará por salir al mercado con un enorme riesgo bajista para los precios.
El panorama al que se enfrenta la soja resulta mucho más complicado que campañas atrás. A lo largo y a lo ancho de la cadena el ajuste se está haciendo sentir, y ello no sólo impacta sobre las cuentas micro de cada participante sino también sobre las cuentas macro de nuestra economía. 

COMENTARIOS