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Inundaciones y malestar en el campo

Unas 12 millones de hectáreas -equivalentes a un tercio de la superficie cultivable del país- están inundadas en la provincia de Buenos Aires, lo que hace prever una importante merma en la cosecha de trigo de la campaña 2014-2015 y acrecienta el malestar de los productores. 

Según algunos cálculos se encontraría sumergido cerca de un millón y medio de hectáreas en la región triguera del país, que concentra el 30 por ciento del área destinada a ese cereal.

“Si tuviera que hacer una proyección diría que la actual cosecha de trigo quedaría entre 10 y 10,5 millones de toneladas, lo que es una cosecha magra ya que todavía el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) estima un ciclo de 12,3 millones de toneladas, pero está claro que en volumen va a ser menor”, indicó a NA el consultor Gustavo López, director de Agritrend. 

Según el analista, el “área sembrada no es la que dicen, ronda los 4 millones de hectáreas, el 95% se cosecha aunque no sabemos si está perdida; si deja de llover y comienza a drenar a lo sumo puede bajar el rendimiento, pero si siguen las precipitaciones, se perderá todo”. 

La situación en territorio bonaerense es crítica y el gobernador Daniel Scioli se apresuró esta semana a citar a la Mesa Agropecuaria provincial y le prometió aplicar la Emergencia en unos 55 distritos afectados, pero al día siguiente los productores reunidos en Bolívar con la dirigencia de todo el campo dijeron que no alcanza con esa medida. 

Scioli después volvió a asegurar que su administración sigue “con mucha preocupación” las inundaciones de campos en territorio bonaerense y solicitó “ayuda económica” a la Nación para “algunos casos” de asistencia “para pequeños y medianos productores”. 

Admitió estar preocupado por ver que “se instalen los mecanismos previstos” para la contingencia, “en lo que tiene que ver con la asistencia de ARBA, el Banco Provincia y el Ministerio de Asuntos Agrarios”.

Mientras tanto ya comenzaron los testimonios desgarradores como el productor que tiene 100 ovejas muertas, las familias que emigran de los campos y las escuelas rurales que están cerradas. 

Las fotos del ganado vacuno cruzando a nado los campos y caminos inundados dieron la vuelta al país y se teme por la mortandad de animales. 

Está claro que una exención impositiva o prórroga no alcanza, hacen falta fondos directos para apoyar al pequeño y mediano productor afectado sobre los que se cierne la demora en la siembra de soja y maíz, la campaña de granos gruesos. 

En el último Panorama Agrícola Semanal (PAS), la Bolsa de Cereales porteña advirtió que durante los últimos siete días se volvieron a registrar lluvias en gran parte de la región bonaerense lo que agravó la condición de anegamiento de lotes y caminos rurales sobre algunos sectores del margen este. 

No obstante las precipitaciones mejoraron la humedad en cuadros de trigo sobre sectores del oeste, como así también sobre el este de La Pampa. 

Por qué mientras las inundaciones son una realidad en gran parte del territorio bonaerense, en otras regiones del país los cultivos de invierno afrontan escasez hídrica como ha ocurrido en la franja central del país. 

Extensas áreas de las regiones NOA y NEA necesitan agua, situación que comienza a afectar el rendimiento potencial del cultivo de trigo a cosecha. 

Mientras tanto, flota en el ambiente la amenaza de un futuro cese de actividades del sector agropecuario ya que el estado de cosas en el campo es difícil todo el tiempo por la inflación, el aumento del precio de los insumos en dólares, la falta de rentabilidad y el retroceso inclusive en el arrendamiento rural.

El debate en la Sociedad Rural de Bolívar que fue encabezado por el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Horacio Salaverri produjo un comunicado que avalaron los presidentes de Coninagro, Carlos Garetto; Sociedad Rural, Luis Etchevehere; CRA, Rubén Ferrero; y Federación Agraria, Eduardo Buzzi también presentes. 

Las entidades precisaron que “crece el malestar de los productores agropecuarios” y que consideraron “insuficientes” las “medidas del gobierno de la provincia” así como manifestaron el “rechazo a la ley de Abastecimiento”.

“La política económica de este gobierno ha causado un enorme deterioro al campo y destruyó la competitividad del sector. El productor agropecuario paga hoy un 56% más de impuestos que el promedio del resto de los sectores”, indicó el mensaje. 

También manifestó que “el Estado se lleva hasta el 80% del resultado de una empresa agropecuaria, mientras que la inflación sigue deteriorando su poder adquisitivo”.

“El proyecto de Ley de Abastecimiento incrementa el malestar del sector ya que podría facilitar la confiscación de la producción, con desincentivo directo a la inversión, deteriorando aún más la competitividad”, sostuvieron.

Dejaron trascender la posibilidad de un paro ya que “los tiempos se acortan” y “los productores” no están dispuestos a “seguir siendo solamente testigos de este escenario de deterioro constante”. <

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