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Una Argentina lluviosa por delante

Los especialistas hablan de variabilidad climática y descartan el “cambio” en el clima al referirse a la posibilidad, casi una certeza, de que se producirán lluvias durante esta primavera y el verano además del otoño de 2015. 

Ante este pronóstico, difícilmente se recuperen los caminos rurales que necesitan urgentes reparaciones en el área agrícola y que provocan situaciones como que la recolección del maíz está retrasada casi un 14 por ciento respecto del ciclo agrícola anterior. 

De este modo hasta el momento se lleva recolectado un 84 por ciento, un 2,8 millones de hectáreas de maíz, del área apta para cosecha, según información de la Bolsa de Cereales porteña. 

La experta Graciela Magrin quien durante décadas estuvo en el Instituto de Clima y Agua del INTA, opina que “el cambio climático y los cambios en el uso del suelo actúan de manera sinérgica y esto puede aumentar la vulnerabilidad de muchas regiones”. 

“Vamos a tener que prestar mucha atención a las prácticas de manejo: la rotación con pasturas, el balance de agua y de nutrientes serán un desafío muy importante para la producción en lo que resta de este siglo”, expresó la especialista en cambio climático durante la semana. 

Fue al hablar en el segundo encuentro anual del Sistema Chacras de Aapresid, que precedió al congreso que llevó adelante en Rosario, la Asociación de Siembra Directa.

Magrin dijo que respecto de los futuros impactos, que los modelos indican que “se irá intensificando lo que vino pasando hasta ahora”, con “eventos extremos, aumento de las temperaturas medias, tres grados más en Argentina para fines de este siglo, y de las lluvias, 90 milímetros más. 

“No es un mal pronóstico para la región, pero deberemos prestar mucha atención a los eventos extremos. En el sudeste de Sudamérica estaríamos en una situación menos peor que otras zonas del planeta”, consideró Magrin. 

Por su parte, el técnico versado en agroclima, Eduardo Sierra, realizó su análisis ante NA y negó que hayan aumentados las lluvias durante los últimos 30 años en la Argentina como manifestó un informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático en abril de este año. 

“Las lluvias últimas tienen como causa que la corriente cálida del Brasil bajó mucho hacia el sur y se juntó a la altura de la desembocadura del Río de la Plata con la corriente fría de Malvinas y esta zona de convergencia generó muchas perturbaciones que provocaron lluvias en el litoral fluvial y el sudeste y sudoeste de Buenos Aires”, expresó. 

En tanto la sequía del año pasado se debió a que hubo un conato del fenómeno La Niña y la corriente de Brasil bajó tarde lo que produjo tiempo seco cuando se sembró la campaña de granos gruesos 2013-2014. 

“Por eso hubo sequía, se atrasó y después vino todo junto, como la corriente de Brasil sigue, posiblemente vamos a tener una temporada lluviosa, hay una guardia del Niño, se espera una época lluviosa en Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil, el sudeste sudamericano”, consideró Sierra. 

El problema es que si las precipitaciones llegaran después de una seca sería una buena situación, pero en cambio van a acentuar las inundaciones, le hace mal al ganado y a los cultivos de invierno (trigo y cebada por ejemplo). 

En cambio las lluvias hacen prever una próxima campaña de granos gruesos 2014-2015 de alta producción ya que así sucede en los años lluviosos porque la soja y el maíz se siembran en campos altos, menos susceptibles de anegamientos. 

La posibilidad de una buena campaña sudamericana es también motivo de que bajen los precios de la soja y del maíz en el mercado de Chicago. 

Otra de las cosas que ocurrieron por el estado climático se encuentra ligada a los alquileres de campos: Este año –ante las lluvias recurrentes y la perspectiva del ciclo 2014-2015 húmedo marcado por un posible fenómeno “Niño” – también se generalizó el uso de “cláusulas climáticas” que determinan el pago del arrendamiento en función del área efectivamente sembrada. 

El estado de las vías rurales anegadas, con pozos, vapuleadas por las lluvias mantuvo ocupado a los funcionarios, por ejemplo, el ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Alejandro “Topo” Rodríguez recorrió las zonas afectadas en Buenos Aires. 

Por su parte, el gobierno nacional debió destinar casi nueve millones de pesos para firmar 42 convenios en la provincia de Santa Fe para la reconstrucción de los caminos que son en gran parte utilizados para transportar la producción de los tambos, así como también para acceder a la salud y la educación de los pobladores, en su mayoría trabajadores rurales.

Sierra no descartó la alarma, ya que las lluvias que se prevén podrían causar crecidas de los ríos mientras la variabilidad climática nos somete a un invierno cálido, en tanto en 2013 fue muy frío, como que las heladas llegaron a Paraguay. 

Respecto del cambio climático, es decir lo que se mantiene, junto con el calentamiento global se puede mencionar el aumento de temperatura en el microclima urbano: la ciudad se calienta cada vez más, pero en el campo todavía se puede dormir abrigados. <