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NEGOCIOS AGROPECUARIOS

El trigo no atraviesa su mejor momento

El trigo no pasa por su mejor momento: la intervención del Gobierno, que no libera su comercialización, puso en jaque a productores y desalienta su siembra, que a su vez está en peligro por las lluvias.
La situación es de tal gravedad que esta semana las siete Bolsas de Comercio y de Cereales que operan con granos produjeron un documento en el que manifestaron su preocupación por el futuro comercial del cultivo.
Las restricciones a las exportaciones de trigo “no permiten un normal y transparente funcionamiento de los mercados”, dijeron los directivos.
“Ello afecta la formación de los precios y por lo tanto incrementa la incertidumbre para la toma de decisiones, situación que afecta especialmente a determinadas regiones y genera importantes sobrecostos a los distintos actores de su cadena de valor”, indicaron.
Se trata de las Bolsas de Cereales de Buenos Aires, de Córdoba y Entre Ríos, la de Cereales y Productos de Bahía Blanca y las de Comercio de Rosario, Santa Fe y el Chaco.
En diálogo con NA, el presidente de la Asociación Argentina de Trigo, Argentrigo, Matías Ferreccio definió que al estar intervenido el sistema de comercialización, la molinería compra a un ritmo muy lento y además hay un desinterés del gran comprador que es la exportación: “un jugador importante fuera de la cancha”, señaló.
Además explicó que el precio bajó a 180 dólares la tonelada lo que le “come la rentabilidad al productor y tiene consecuencias negativas, ya que hay un montón de hectáreas que no se implantan”.
“A la fecha se sembró a nivel nacional el 72,5 % de las 4.300.000 hectáreas estimadas para el presente ciclo, lo que representa una superficie de 3,1 millones de hectáreas ya cubiertas”, indicó el Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales porteña.
Mientras que la Bolsa de Comercio de Rosario disminuyó esta semana sus estimaciones del nuevo trigo 2014-2015 y bajó de 4,4 millones de hectáreas de intención de siembra a 4,24 millones de hectáreas.
El presidente de Argentrigo calculó que, descontado el consumo interno de 6 millones de toneladas, en esta campaña van a quedar 7 millones y medio sin vender: “Es una política comercial intervenida que desprecia los valores. Hay una especulación y el exportador no tiene la certeza de qué podrá comprar”.
Argentrigo como cadena de valor “no tiene relación” con el Gobierno más allá de alguna reunión esporádica, pero sin las medidas que se necesitan.
“Como cadena no nos están escuchando, están creyendo (desde el Gobierno) que la solución pasa por otro lado, no somos parte de esas decisiones”, sostuvo.
En tanto, el analista Pablo Adreani de la consultora Agripac definió en diálogo con NA que “hay un saldo exportable en los productores del sur de la provincia de Buenos Aires, de un millón de toneladas, pero al no estar abierta la exportación, la demanda de los molinos es menor ya que no hay comercio exterior”.
Trazó un panorama ríspido para el productor de esa zona porque “al no haber mercado, no pueden pagar insumos, costos, deudas, invertir en la actual campaña. Lo del sur bonaerense es una demanda puntual. Hay otras zonas que tienen el mismo problema. El mercado se cerró porque el gobierno no habilitó nuevos ROES (permisos de embarque)”.
“El Gobierno no dice nada, está con otros problemas, no toma en cuenta la difícil situación que está pasando el productor de trigo y en vez de dar soluciones profundiza la crisis”, manifestó.
Además el precio del trigo, como se dijo, ya bajó 20 dólares y Brasil por su parte “considerando que el Gobierno argentino no abre las exportaciones, bajó el arancel externo extra Mercosur a cero para poder comprar a otros mercados como el de Estados Unidos, un millón de toneladas de trigo, hasta el 15 de agosto”.
El tema del trigo preocupa inclusive al ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Alejandro “Topo Rodríguez”, que antes de ingresar a una jornada de trabajo en el Sudoeste de la provincia, llegó a sostener que hay que bajar las retenciones.
“Tomando contacto con esta realidad del Sudoeste de la Provincia, resulta evidente que en algunos aspectos es necesario cambiar para mejorar”, dijo.
Por ejemplo, señaló “si avanzáramos en rebajar del 23 por ciento al 13 por ciento las retenciones al trigo y, al mismo tiempo, se facilitarán de manera efectiva los mecanismos para favorecer la exportación, podríamos duplicar la producción total, lo que significaría sólo para la Provincia de Buenos Aires pasar de 4 millones de toneladas a 8 millones de toneladas de trigo”.
“Eso sería bueno para todos porque aumentaría de manera significativa el ingreso de divisas que hoy genera el trigo a nivel general, pasando de 1070 millones de dólares a 2900 millones de dólares”, manifestó.
Añadió que “también se incrementaría la recaudación por retenciones en un 57 por ciento, sin que se afecte el precio para el consumo popular, en el marco de los precios cuidados, y sin resentir las políticas que favorecen a los trabajadores y a los más humildes”.
Para Rodríguez, “eso significa, además, más producción y mayor movimiento comercial para los pueblos del interior de la Provincia. Y eso es lo que necesitamos: producir y producir”.


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