PANORAMA AGROGANADERO EN EL DISTRITO

Aseguran que en el campo está faltando previsibilidad y confianza para producir

El ex presidente de la Sociedad Rural de Junín y actual miembro de Carbap, Rodrigo Esponda, dijo que el Gobierno pide que se produzca más trigo y maíz pero “no genera” el ámbito para que ello ocurra.

El ex presidente de la Sociedad Rural de Junín y actual miembro del Consejo directivo de Carbap (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), Rodrigo Esponda, dijo que el campo necesita “previsibilidad, confianza y políticas de largo plazo” para superar la crisis de rentabilidad y, además, para poder apostar a los producción de trigo y maíz, dos cultivos cada vez más rezagados de los campos juninenses.
A propósito, el dirigente aprovechó para retrucarle al ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, que hace dos semanas le dijo a Democracia que le preocupa la apuesta permanente de los chacareros hacia el monocultivo de soja.  
“Nosotros estamos completamente de acuerdo con lo que dice el ministro, lo que pasa es que él se olvida de que son ellos los encargados de generar los ámbitos para que eso suceda. A los productores agropecuarios, y sobre todo a los de esta zona, que somos beneficiados por las condiciones del clima y la calidad del suelo, nos convendría y hasta tenemos la obligación de diversificar los cultivos en base a lo económico. Si vos sembrás soja, necesitás un buen régimen de agua en un período muy corto que es en el mes de enero, cuando la planta florece y define la producción que va a dar.   Si las condiciones en el país son estables, es decir que se da un contexto creíble y uno puede producir con confianza, esas circunstancias que habíamos acotado al primer mes del año se deberían extender a cuatro meses porque ahí sí estaríamos sembrando maíz, trigo y soja”, respondió Esponda.
En cuanto al trigo, el ex titular ruralista reconoció que  se está sembrando cada vez menos cantidad de hectáreas y dijo que se debe a “cómo se genera la comercialización de ese cereal”.
“En la Argentina –agregó-, hasta el año 2005 no había una intervención directa del Estado y se vendía con libertad. Desde ese momento, en que se quiso asegurar un abastecimiento interno que ya estaba abastecido, empezaron las dificultados porque no se dejó comercializar más el trigo. La intervención fue tan grave que hemos llegado al área sembrada más baja de los últimos cien años  en 2013, y este intento de intervención y desacople para que los precios externos no influyan en el mercado interno nos llevó a tener el trigo más caro del mundo. Esto demuestra que la estrategia para mantener el precio de la harina y para que la gente tenga acceso a los alimentos ha fracasado.”
Esponda expresó que nadie está pidiendo que le aseguren la renta “porque esto es un negocio y en los negocios hay riesgos”, pero sí se reclama que “las reglas sean claras y que cuando alguien implanta y tira una semilla a la tierra la va a poder comercializar. Creo que no es mucho pedir y lamentablemente tanto en trigo, como en maíz, en girasol y en carne este gobierno ha dado señales contrarias a las esperadas”.

Situación de la ganadería

Consultado sobre la situación de la ganadería, Esponda sentenció que “en el campo nos está faltando previsibilidad, confianza y políticas de largo plazo”.
“Para dar una referencia del estado de la ganadería puedo decir que hoy en día, el precio de la invernada tiene movimiento, lo que no lo tiene es el precio del vientre, que es la fábrica que genera los terneros. Esto nos hace pensar que nadie está poniendo la mente en el futuro ni en el largo plazo, y es sin dudas porque no hay confianza. Nosotros exportamos en el año 2006 entre el 20 y el 25 por ciento de la producción de carne al exterior; hoy vendemos el 4 por ciento, y como con el trigo, no hemos logrado que el mercado interno tenga una mayor accesibilidad al producto”, manifestó.