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DATOS DETRAS DE LA POLEMICA POR LA BAJA DE RETENCIONES

La producción de trigo cayó un 50% en el territorio bonaerense

En los campos provinciales se siembra la mitad del total nacional, pero se redujo en forma drástica la superficie dedicada al cultivo.

Los productores bonaerenses ya no tienen un pan bajo el brazo, pese a que la provincia de Buenos Aires es el distrito triguero por excelencia de la Argentina. Los datos oficiales más recientes dicen que genera casi el 47% del trigo que se produce en el país: en un área sembrada de 1.245.804 hectáreas se produjeron, durante la campaña 2012/2013 (última con datos definitivos), 3.837.707 toneladas de granos sobre un total a nivel país de más de 8 millones de toneladas.
Los datos suenan rutilantes. Pero no son tan alentadores si se hace un estudio del ciclo histórico del trigo, tanto en la Provincia como en el resto del país. Se comprueba así, por ejemplo, que en la campaña 2008/2009 Buenos Aires tenía una participación sobre la producción nacional total de trigo del 65,79%. Eso significa que en cuatro años su incidencia cayó casi 20 puntos porcentuales.
En números: en la última campaña (la 2013/2014 aún está en desarrollo) se sembraron en la Provincia 1.673.100 toneladas menos de trigo que cuatro años atrás y se redujo en más de 1.400.000 hectáreas la superficie abocada a este cultivo.
Es más: si se toma en cuenta la última década, partiendo de la campaña 2002/03, se comprueba que a nivel provincial se está produciendo la mitad del trigo que hace diez años. A modo de comparación cabe señalar que aquella vez Buenos Aires produjo 6.833.319 toneladas del grano con el que se hace la harina para el pan, prácticamente 3 millones más de lo que dejó la campaña 2012/2013.
No parece casual la fecha de la caída que se evidencia desde la campaña 2008/09 en adelante. Justamente en 2007 el gobierno nacional, a través del ex Secretario de Comercio, Guillermo Moreno, comenzó a imponer las restricciones a las exportaciones del trigo, primero con las retenciones y luego con los cupos.
Los datos antes mencionados son del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Y cobran relevancia si se los analiza en el contexto de la reciente polémica pública que se desató entre el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires en torno a la posibilidad de reducir las mencionadas retenciones a la exportaciones de trigo, que hoy representan un 23%.

DIFERENCIACION

La propuesta fue formulada por el ministro de Asunto Agrarios de Daniel Scioli, Alejandro Rodríguez. Descartada por voceros de la Casa Rosada -donde no quieren escuchar nada sobre algún achique en la cantidad de dólares que entran por exportaciones- supuso una diferenciación muy puntual del Gobernador y precandidato presidencial respecto al criterio fiscalista con el que se ha venido manejando el equipo económico kirchnerista en la temática agropecuaria.
Además de las retenciones a las exportaciones de granos de trigo, el Gobierno aplica ese impuesto aduanero a las ventas de harina de trigo (13%) y a los panificados y fideos (5%), estos últimos la rama del complejo de producción triguera que supone la cuota de mayor valor agregado a la producción.
El criterio de reducción de las retenciones al trigo que blanqueó Buenos Aires es compartido por Córdoba y Santa Fe, algo que se vio en la última reunión del Consejo Federal Agropecuario (CFA), un espacio que reúne a todos los ministros de agricultura de las provincias y a las autoridades nacionales.
La polémica se desató por la simple idea de reducir el tributo, aún cuando no se mencionaron nuevas cifras y no se habló de eliminarlo totalmente. El objetivo de las provincias trigueras, admiten en la cartera agraria bonaerense, es readecuar las herramientas para volver a producir trigo con los niveles de hace diez años. O, lo que es igual, recuperar ese 50% de la producción que se perdió en la década kirchnerista.

 
CAUSAS DE LA CAIDA

A nivel nacional, en la última década la producción triguera pasó de más de 12 millones de toneladas en el 2002/2003 a 8 millones en 2012/2013. Fuentes del sector detallan que en la caída del área sembrada influyeron:
-La intervención en los mercados por parte del Gobierno, que puso una suerte de cupo o cuota de exportaciones e implementó los llamados ROE, un sistema de permisos muy engorrosos que deben solicitar los exportadores para poder vender. El objetivo de esto, teóricamente, era acotar la salida de trigo para abaratar el precio del pan en el mercado interno. Eso nunca sucedió, porque el valor del pan creció 620% en siete años.
-Las retenciones a las exportaciones, que llegaron a estar en 28%.
-El avance del cultivo de soja, estrella de la recaudación por exportaciones, que le ha sacado superficie de siembra a otras semillas.
Conviene volver a Buenos Aires. En Asuntos Agrarios se amontonan reclamos y quejas de los productores trigueros, a pesar de que se viene buscando cierta estimulación a la siembra de este cultivo a través de préstamos a tasa cero que se otorgan con la tarjeta agropecuaria del Banco Provincia. El promedio de área sembrada en tierra bonaerense de los últimos diez años arroja unos 2,8 millones de hectáreas. La idea del gobierno sciolista, confiesan las fuentes consultadas, es llegar al menos a ese número.
El área donde la siembra de trigo es más fuerte se ubica en el sudeste provincial, en una vasta cuenca que incluye partidos como Tres Arroyos, Coronel Dorrego, González Chaves, San Cayetano, Benito Juárez, Coronel Suárez y demás.
Versiones no confirmadas oficialmente aseguran que desde el Gobierno nacional se estudian medidas para incentivar la siembra, probablemente agilizando los permisos de exportación sin tocar retenciones.



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