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PRESIÓN TRIBUTARIA

El campo tiene un socio voraz

El Estado se lleva 75% de renta agrícola, de acuerdo con los datos aportados en un informe privado.

Los productores se quejan por la caída de la rentabilidad que sufren las distintas explotaciones agropecuarias y, en ese sentido, afirman que la presión fiscal que sufre el campo se torna insostenible, porque los deja sin ganancia y desalienta la inversión.
 De cada 100 pesos de renta que produce una hectárea promedio en la Argentina, el Estado percibe 75 pesos que se transforman en recaudación fiscal efectiva, según un índice elaborado por Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
El economista de esa entidad David Miazzo sostuvo que el Estado se queda con 75% de la renta agrícola que "se transforman en recaudación fiscal efectiva o en subsidios a otras actividades de la cadena, al disminuir el precio de venta de los productos agrícolas".
"Podemos decir que el peso del Estado en la renta agrícola es lo suficientemente alto como para limitar la rentabilidad y el potencial que tiene el sector agropecuario, de las 160 millones de toneladas que se podrían estar produciendo cuando son 100 millones", dijo el especialista.
Miazzo analizó que "en este sentido hay mucho que ganar, sobre todo en maíz y trigo, donde la rentabilidad es lo suficientemente baja como para que año tras año se pierda superficie y también se perjudique la sustentabilidad del sistema productivo agrícola, dada la predominancia de las oleaginosas".
También estimó que "la devaluación, si bien ha incrementado de manera importante el valor de la producción agrícola medida en pesos también se ha producido, al igual que en buena parte de la economía, una rápida transmisión a precios lo que ha impactado en los costos y ha generado una caída en dólares del resultado de la ganancia agrícola".
El índice surge de la sumatoria de los impuestos nacionales, provinciales y costos de intervención del mercado, sobre la renta de una hectárea de uso agrícola representativa promedio a nivel nacional.
La participación del Estado es medida por la FADA con una frecuencia trimestral, mientras que la medición anterior de diciembre de 2013 fue del 73,6%, es decir, menor en 1,4 puntos porcentuales a la actual.
En el reporte se aclara que en septiembre de 2013 el ritmo de devaluación del peso argentino se comenzó a acelerar, "produciéndose una devaluación acelerada pero gradual".
"El proceso devaluatorio, en general, y la brusca devaluación de más del 15% en un día el 23 de enero, han provocado importantes cambios en las estructuras de ingresos y costos de la mayor parte de los sectores productivos del país. Los sectores agropecuarios y agroindustriales por ser transables fueron de los que asistieron a los mayores impactos", dijo Miazzo en el informe.
Además, señaló que si bien se produjo un importante aumento del valor en pesos de la cosecha por efecto de precio y tipo de cambio, que sin duda provocará un incremento de la actividad económica, principalmente en todo el interior productivo, no ha mejorado en términos reales la rentabilidad de la actividad agrícola en general.
Los datos son menos alentadores si se consideran por separado los cultivos de maíz y trigo, ya que "el maíz presenta un resultado equivalente al 50% del de la soja aún cuando requiere una inversión un 60% mayor, si además se consideran los costos de intervención, se llega a una participación del Estado superior a la media, que se sitúa en el 76,3% de la renta del cultivo". 

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