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ENFOQUE

Agricultores, contra el cambio climático

Los agricultores de todo el mundo se encuentran en la primera línea en el combate contra el cambio climático que los jaquea de manera especial y los obliga en muchos casos a combinar prácticas tradicionales con la tecnología más avanzada para reducir los riesgos.
El clima cambiante del planeta perjudica a los agricultores de todo el mundo al desencadenar calor, sequía, inundaciones, tormentas, enfermedades, plagas nuevas, cambios en los ciclos de cultivo y regímenes de lluvias inciertos, indica el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo.
De paso por la Argentina para participar en la Cuarta Asamblea de la entidad, el director Ejecutivo de la Organización Mundial de Agricultores (OMA), Marco Marzano de Marinis dijo a este espacio que el cambio climático los afecta de manera “tremenda”, pero todavía no se les da participación a los productores en la solución del problema.
En este sentido, manifestó su desconcierto sobre el porqué los agricultores no son llamados a participar en los foros de discusión del cambio climático.
“A causa de las inundaciones o de las sequías, los productores están directamente afectados y de manera tremenda. Lo que para nosotros es difícil de entender por qué los agricultores siguen siendo incluidos en el ámbito del problema más bien que la solución”, señaló.
Aclaró que “el agricultor siempre ha sido la solución, desde la prehistoria se ha tomado la responsabilidad de limpiar los campos, las fuentes hídricas, entonces no se entiende por qué no esté involucrado en todos los procesos donde se discuten las políticas de cambio climático”.
“Políticamente todavía los agricultores no tienen aquel empuje que se la dado a otro sectores sobre cambio climático”, señaló Marzano de Marinis. Consultado al respecto, el climatólogo Eduardo Sierra, quien es ingeniero agrónomo, se mostró en desacuerdo con el director Ejecutivo de la OMA que reunió en Buenos Aires a representantes de agricultores de 80 países esta semana.
Consideró que los foros de cambio climático son para los científicos, en las reuniones internacionales tienen sus representantes, “por ejemplo Graciela Magrin, ingeniera agrónoma del INTA, representa a la Argentina en los encuentros de cambio climático: me parece que los productores tienen que hablar a través de los técnicos que los asesoran”, dijo.
La realidad es que las innovaciones que fomentan la adaptación al cambio climático, serán cada vez más necesarias en los próximos años en América Latina, por ejemplo, una región que a mediano plazo podría ser una de las principales fuentes de alimentación del mundo.
Robert Carlson quien fue el último presidente de OMA agregó que el “agricultor sabe qué hacer con el clima a corto plazo, pero no está seguro de los efectos a largo plazo del cambio climático”.
En la Asamblea de la OMA, Robert Stefanski: director de Servicios Climáticos y Agricultura de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirmó que la institución trabaja con los productores para ayudar a mitigar algunos de los problemas a corto plazo y que se observa una tendencia de aumento de temperatura sorprendente.
“Tratamos de reducir el impacto a corto plazo para los productores. Entendemos que el cambio climático es muy importante y buscamos qué podemos hacer para manejar el clima a corto plazo, es decir que nos referimos a un período de 30 a 90 días”, explicó.
Por su parte, Michel Thibaud, productor agropecuario, de la Sociedad Rural Argentina se preguntó ¿Queremos conquistar a la naturaleza o colaborar con ella?.
“El productor conoce su lugar local, puede defenderse de a poco de los efectos de los cambios climáticos, pero de lo que no puede defenderse no de políticos que los acechan: la burocracia distributiva y los impedimentos al comercio son factores que los políticos ponen de los cuales el productor no puede defenderse”, manifestó en su disertación.
La realidad es que el cambio climático que antes se producía en períodos milenarios ahora se sucede en décadas, aqueja a todo el mundo, y los agricultores no lo pueden corregir individualmente.
No es para menos: unos 93 millones de latinoamericanos viven de la agricultura, y en partes del Caribe ésta da empleo a casi tres cuartas partes de la población rural.
En un informe, el Panel Intergubernamental de la ONU sobre Cambio Climático (IPCC) alerta de los riesgos del calentamiento global para el suministro alimentario, y de sus consecuencias para la estabilidad social, la emigración y la seguridad mundial.
Entre los “efectos probados” que ya ha tenido el cambio climático, el borrador menciona sequías frecuentes e intensas, inundaciones, cambios en el suministro de alimentos, menor rendimiento de los cultivos, efectos adversos sobre la salud, degradación de los hábitats y extinción de especies animales.
“El problema del cambio climático es a largo plazo, las necesidades de los agricultores son inmediatas”, explica el economista agrícola Diego Arias, del Banco Mundial.
En este sentido sostuvo que “toma tiempo hasta que los agricultores sientan los beneficios económicos de la adaptación.
Durante este período, sus ingresos caen y tienen que mantenerse, alimentar a sus hijos”, añade Arias, quien trabajó 10 años en proyectos de agricultura en Haití.
La agricultura es extremadamente vulnerable al cambio climático y ahora resta esperar que paulatinamente los agricultores sean incorporados a los foros de discusiones.

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