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CUIDADO DEL SUELO

Los nutrientes aseguran la rentabilidad

Mantener la nutrición de la tierra permite sostener la producción y reducir el impacto ambiental.

El suelo genera riqueza, pero es indispensable mantener sus nutrientes. En el marco del XIX Congreso Latinoamericano y XXIII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, Antonio Mallarino, reconocido especialista en manejo de suelos y nutrición de cultivos de la Universidad del Estado de Iowa (Estados Unidos) recomendó manejar los nutrientes para lograr la alta productividad de cultivos y reducir el impacto ambiental.
   Mallarino opina que actualmente, el manejo responsable de los nutrientes de las plantas es más importante que nunca, debido a la volatilidad de las relaciones de precios de grano y fertilizante. También destacó la preocupación pública acerca del deterioro de la calidad del agua relacionado con el exceso de pérdidas de nutrientes desde los campos.
   “Los análisis de suelo, la remoción de nutrientes y las propiedades químicas, biológicas y mineralógicas del suelo, son piezas de información importantes que deben ser utilizadas en conjunto con las relaciones de precios cuando se deciden las dosis de aplicación de nutrientes como fósforo y potasio”, resaltó.
   Respecto de estos dos nutrientes, Mallarino explicó cómo la posibilidad de manejo en el largo plazo, por su comportamiento en el suelo, y la consideración de la probabilidad de respuesta del cultivo, resultan en diferentes conceptos y filosofías de interpretación de análisis de suelo y recomendaciones de fertilización.
   De tal forma, algunos enfatizan la rentabilidad a corto plazo de los nutrientes aplicados, altos retornos económicos por unidad de nutriente y reducido riesgo sobre aplicación “aceptando un riesgo moderado de pérdida de rendimiento”.
   Otros expertos enfatizan la rentabilidad y la maximización del retorno económico a largo plazo, con el mantenimiento de niveles de análisis de suelo óptimos o ligeramente superiores a este, y en la reducción de riesgo de pérdida de rendimiento debido a una fertilidad insuficiente.
   “Nuevas consideraciones deberían incluir la tenencia de la tierra y la actitud de los productores referida a riesgos económicos, y los potenciales impactos en la calidad del agua, lo que permitiría ampliar las opciones de manejo”, dijo. Para el especialista “estos puntos deben ser considerados cuando se toman decisiones de fertilización debido a que resultan en mejores prácticas de manejo”, sostuvo Mallarino.
   “El público desinformado y muchos agentes reguladores ven la reducción de las dosis de fertilización como una forma efectiva de disminuir la pérdida de nutrientes desde los campos y el deterioro de la calidad del agua y no es así”, sostuvo. 

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