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La falta de precipitaciones complica la siembra de los granos gruesos.
PANORAMA AGROPECUARIO

El campo mira al cielo y espera por lluvias

La siembra de soja y maíz a nivel nacional comenzó a demorarse por la falta de precipitaciones y por las altas temperaturas que impiden recomponer humedad en los suelos.

El campo pide por lluvias como agua bendita. Las altas temperaturas que impiden recomponer humedad en los suelos afectan la posibilidad de sembrar granos gruesos, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En contraposición, la cosecha de trigo avanzó con fuerza gracias al clima seco y ya se recolectó más de la mitad del área cultivada, con una productividad promedio de 20 quintales por hectárea.
Respecto a la soja, durante la semana se implantaron más de 1,5 millones de hectáreas, por lo que ya se cubrió el 57,1% de las 17,2 millones de hectáreas estipuladas para el cultivo. Sin embargo, "la falta de reposición de humedad junto al incremento gradual de las temperaturas comienza a demorar la implantación de los cuadros remanentes de soja de primera y dificulta el inicio de las labores de siembra para los planteos de segunda", indicó la BCBA.
Por tal motivo, "la dinámica y la posibilidad de concretar los planes de siembra dependerá de las precipitaciones en el corto y mediano plazo", agregó.
En cuanto al maíz, avanzó la incorporación de lotes tardíos del cereal, con un avance intersemanal de 17 puntos porcentuales para así lograr cubrir sembrar el 47 % de las 6,3 millones de hectáreas proyectadas para la actual campaña. Pero, al igual que la soja, "se relevan regiones donde las labores se detienen por falta de humedad superficial".
Por su parte, gracias al clima seco, avanzó la cosecha de trigo 13,6 puntos porcentuales durante la semana, por lo que se alcanzó a trabajar sobre el 53,5% de la superficie apta, indicaron los especialistas.
A la fecha se trillaron 6,5 millones de toneladas de las 16,8 millones previstas con un rendimiento promedio de 20 quintales por hectárea. "Esta baja producción acumulada responde a los magros rendimientos cosechados sobre el centro y norte de la región agrícola. Pese a ello, a medida que la recolección se adentra en región bonaerense, los rendimientos mejoran significativamente", indicó la entidad bursátil.

Paros y pérdidas
Los paros en los puertos de carga de granos están provocando pérdidas por unos u$s 100 millones diarios, y apenas un tercio de los 3.300 camiones por jornada enviados a las terminales están pudiendo ingresar. Así lo advirtieron desde el sector agroindustrial, tras la huelga que ya cumplió 72 horas.
La medida de fuerza de los gremios arrancó el miércoles y, ante la falta de acuerdo con las empresas del sector, decidieron continuar hasta ayer sábado. Fuentes de la cámara de aceiteros y exportadores de cereales CIARA-CEC indicaron que las pérdidas por las jornadas de medida fuerza ya alcanzan los u$s 300 millones.
El miércoles, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) junto a la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA) iniciaron el reclamo de aumentos salariales y mejores condiciones laborales.
"Sin ningún ofrecimiento de la parte de las multinacionales portuarias después de más de 36 horas de paro, es que decidimos continuar con la medida de fuerza que llevamos adelante con aceiteros en puertos de todo el país", dijo el gremio Urgara, que enrola a los recibidores.
Reclamaron al sector empresarial reconocer "la labor de los miles de trabajadores que ven cómo su salario se erosiona día a día, cuando el aumento paritario lleva más de cinco meses de atraso".
Desde el sector agroindustrial estiman que deberían ingresar 3.300 camiones por jornada a los puertos a descargar los granos y solo lo hacen 1.000. A esto hay que sumarle los costos extra por los barcos que están parados esperando ser cargados. 

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