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La soja, que fue una locomotora productiva, comenzó a frenarse.
EXPLOTACIÓN AGRÍCOLA

La producción de soja puso el freno

La soja, esa locomotora imparable que avanzaba sin frenos, la misma que instauró la “sojización” como palabra de moda, el “yuyo” se implantó cada vez en más regiones de la Argentina, hoy ya no tiene el mismo vigor, pese a que sigue siendo el principal cultivo del país, con 56 millones de toneladas cosechadas por año.
El economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada), David Miazzo, analizó los motivos de este proceso y dijo que “el incremento de la rentabilidad por la combinación del paquete tecnológico fue lo que traccionó la explosión y el boom de la soja en las últimas dos a tres décadas. Pero luego vino un estancamiento de esa rentabilidad, producto del debilitamiento del precio luego de los máximos que vimos. Tras los US$ 600, la tonelada en soja pasamos a los US$ 350 actuales”, explicó Miazzo.
Según Miazzo, el combo que retrajo el crecimiento de la soja en Argentina obedece a cuatro cuestiones: “El precio internacional, la tecnología, la cuestión impositiva que te retrae aún más el precio internacional y la competencia con otros cultivos”.
 “Es bueno que haya buena rotación, pero en el período de los últimos cuatro años el maíz se vio más beneficiado por la reducción de los derechos de exportación, lo que le generó una mayor competencia a la soja”, resumió. 
En función de la tecnología aplicada a la soja, Miazzo agregó que “el paquete tecnológico que incluyó los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), la Soja RR (Roundup Ready o soja resistente al herbicida glifosato) y la Siembra Directa que permitieron esa explosión de la soja, ahora cedió y entonces hay que buscar incrementos cada vez más marginales”.
 Para Miazzo, aquel paquete tecnológico que se introdujo en Argentina en 1996, no se actualizó lo suficiente. “Lo que le dio el boom tecnológico inicial a la soja, sigue con cierta inercia, pero no a nivel de seguir transformando la matriz productiva como lo hizo antes”, añadió.
 En referencia a los derechos de exportación, Miazzo agregó: “Vos tenés una estructura de costos y un precio, y las retenciones bajan el precio internacional a un precio nacional. Hay un punto. Si vos tenés una cierta estructura de costos y el precio sube, resiste cierta cantidad de derechos de exportación, pero si el precio baja, se te achica hasta un límite en que es rentable producir, aunque no es la rentabilidad que supimos tener y que permitió la expansión de la frontera agrícola”.

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