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El clima favoreció el desarrollo de los granos gruesos, que aportarán una cosecha récord y fuerte ingreso de divisas.
PANORAMA AGROPECUARIO

El Gobierno procura oxígeno en los dólares de la cosecha gruesa

En un clima de malhumor social, jaqueado por la suba del billete verde, los altos índices de inflación y la incertidumbre del año electoral, el macrismo deposita su esperanza en las divisas que pueden aportar el maíz y la soja para calmar la demanda y llegar con los mercados en calma a octubre. El gran interrogante es si los productores estarán dispuestos a liquidar sus granos o se limitarán a vender lo imprescindible para atender deudas y acopiarán el resto a la espera de mejores condiciones de precio y de cotización de la moneda norteamericana.

Soja y maíz prometen redondear una cosecha gruesa espectacular, tal vez la más importante en volumen que registre la historia y, frente a ese panorama, el Gobierno se frota las manos porque sabe que depende, en gran medida, de las divisas generadas por el campo para hacer frente a la demanda de dólares.
Los productores siempre son cautos a la hora de hacer estimaciones, descartan contar los granos antes de tenerlos en la bolsa, pero conocen como nadie como “pintan” los cultivos y presagian que los rendimientos estarán por encima de los promedios de las últimas trillas.
El clima viene acompañando de manera excelente en este ciclo agrícola, con lluvias justas en el momento adecuado y temperaturas favorables para el desarrollo de los cultivos y el llenado de los granos.
De todas maneras, pese a este horizonte alentador en materia productiva, en el campo se ha instalado otra vez el malhumor, con duras críticas al Gobierno por el regreso de las retenciones, la fuerte presión impositiva, las altas tasas de interés que impiden el acceso al crédito, los niveles de inflación que siguen en alza y la incertidumbre económica que reina en un año electoral.

La tabla de salvación
El Gobierno nacional espera que el campo coseche 54,3 millones de toneladas de soja, un 44 por ciento más que la campaña anterior, y 49,7 millones de maíz, un 35 por ciento por encima de la trilla precedente.
Con esos números, y mientras el estrés cambiario sigue dominado la plaza financiera doméstica, y el Banco Central está con las manos atadas, todas las miradas del oficialismo están puestas en la liquidación de la megacosecha para abonar con agrodólares el dificultoso camino hasta las elecciones de octubre.
La expectativa del macrismo, lógicamente, es que ese influjo permita saciar la demanda y calmar el precio del “billete”, una cuestión clave para sostener las ya frágiles las aspiraciones electorales del Gobierno.
Sin embargo, pese a que en los despachos oficiales hacen sus propias cuentas y se aferran a los dólares del campo como una tabla de salvación, nadie ignora que la inestabilidad cambiaria de estos días no invita a los productores a vender sus granos, porque presumen que el billete “verde” seguirá su carrera alcista.
En marzo, el peso lideró el ranking de las monedas que más se depreciaron a nivel mundial: nada menos que 9,68%. Además, desde el 15 de abril, el Tesoro subastará unos US$ 60 millones diarios en el mercado.
 
Cada cual atiende su juego
En el actual contexto, mientras que desde el Gobierno se espera que ingresen alrededor de 10.000 millones de dólares hasta septiembre, provenientes de la liquidación de la cosecha gruesa, especialmente soja y maíz, los productores hacen sus números y seguramente venderán para pagar deudas y luego desensillarán hasta que aclare.
 En ese sentido, Eric Ritondale, de Ecoviews, sostuvo que “la primera etapa es la cosecha, después está la exportación y después, la liquidación. Hoy estamos en la segunda etapa y empezando a entrar en la tercera, aunque no cabe esperar que todo se liquide a medida que vayan saliendo las exportaciones”.
 “Por otro lado, si bien hay acopio y los silobolsas explotan, como siempre ocurre tras una buena cosecha, los productores están activos porque tienen que vender sus granos para pagar insumos y, además, la tasa de interés en estos niveles es un gran incentivo para cancelar esas deudas. A la vez, también es un incentivo para que las cerealeras liquiden las exportaciones”, agregó.
 En tanto, el analista Juan Manuel Palacio aclaró que lo que hoy está entrando a los puertos del Gran Rosario es el maíz temprano, que tuvo una campaña, en algunas regiones, hasta 80% superior a la anterior. “Es difícil saber con precisión, pero las liquidaciones deberían ser unos US$ 6.000 millones sumados entre abril y mayo. Eso, más lo del FMI, van a planchar al dólar si no hay lío afuera, por ejemplo, en Brasil”, explicó Palacio. Récord de
granos, pero…
“Lo visto en las rutas del país será apenas la primera imagen de una campaña agrícola para la cual se proyecta una notable recuperación respecto a los magros resultados del ciclo anterior. Se estima que la producción total de granos podría alcanzar los 134 millones de toneladas en 2018/19, un récord histórico para la Argentina y un 36% por encima de lo cosechado el año anterior, en el contexto de una aguda sequía que erosionó los resultados de la gruesa”, afirmaron ilusionados desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
 Sobre la soja, en particular, indicaron que apenas están entrando las cosechadoras y la recolección viene algo demorada…pero está viniendo. “Se espera que el sector agrícola proporcione alrededor de US$ 2.000 y 2.500 millones mensuales durante abril-julio. Sin embargo, reconocemos que, si la moneda permanece bajo presión, los agricultores pueden retrasar las ventas de cultivos hasta más adelante, a la espera de mejores niveles de pesos y dólares o mayores precios de las commodities hacia el segundo semestre”, explicaron desde Goldman Sachs. 
En Economía & Regiones subrayaron que “lo más probable es que el tipo de cambio vaya a la banda superior (hoy en $51) más pronto que tarde (…) De darse un desplome de la demanda de dinero y una corrida contra el dólar, el tipo de cambio comenzará a subir y el dólar a moverse hacia un techo más alto que no podemos saber dónde puede llegar a estar”.
 
Cuánto aportó en marzo
Las empresas del sector agroexportador liquidaron más de 1.143 millones de dólares durante marzo, lo que representó una baja del 19,6% contra igual período de 2018 y fue el más bajo para ese mes desde 2010.
  El dato surgió del reporte mensual que elaboran la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan un tercio de las exportaciones argentinas.
Las cámaras indicaron que durante el tercer mes del año las compañías de la actividad liquidaron la suma de 1.143.379.287 dólares. Asimismo, el monto liquidado desde comienzos de año asciende a 4.189,4 millones de dólares, 10,5% por debajo del mismo período del año pasado (4.680,7 millones).
En un comunicado, CIARA-CEC destacaron que la mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la venta externa de aceites y harinas proteicas.
Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, según CIARA-CEC. l

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