None
PANORAMA AGROPECUARIO

Ahora el maíz le gana terreno a la soja

En la zona núcleo ya se calcula una intención de siembra maicera de 1,17 millones de hectáreas, un 17% más que el año pasado.

La superficie de siembra de soja va a ser muy importante en la zona núcleo, por ser la preferida, pero los márgenes de su competidor, el maíz, le están haciendo sombra: "Los números son muy buenos para el maíz este año y se desplazarían muchas hectáreas, incluso podrían sumarse algunas más", destacaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
De todas formas, ya se calcula una intención de siembra maicera de 1,17 millones de hectáreas, un 17% más que el año pasado.
En tanto, empiezan a detectarse algunos problemas con la calidad de semilla de soja este año, mientras los productores analizan cómo queda el negocio de la soja bajo arrendamiento.
Teniendo en cuenta que el rinde de indiferencia en soja va desde los 32 a 38 quintales por hectárea, según la tecnología aplicada y los gastos de herbicidas que sean necesarios en cada lote: "De esta manera, la soja de primera sufriría una importante baja del orden de las 500 mil hectáreas", destacaron.

Apuesta al choclo

De acuerdo con la última estimación de la Bolsa de Comercio de Rosario, habría 6% de suba para la nueva siembra maicera respecto de su ciclo anterior. Así, se cultivaría un total de 6,8 millones de hectáreas, frente a 6,43 millones de hectáreas del año pasado. De todas maneras, es muy importante destacar que podría haber cambios en los próximos meses que afecten el nivel de siembra.
El ciclo 2018/19 muestra una clara predilección por los cereales, pero el comportamiento de las lluvias y de los precios internacionales podrían afectar estos guarismos.
Tomando como supuesto un millón de hectáreas sin entrar en el circuito de comercialización granaria, la producción para grano tendría una base cosechable de 5,8 millones de hectáreas. Los pronósticos suponen que las lluvias estén favor del ciclo del cultivo, dejando con escasas posibilidades la repetición de un evento seco como ocurrió el año pasado.
Tampoco se avizoran los problemas de excesos hídricos del año anterior, ni zonas que sufran una falta de agua que no sea propia de la oferta típica invernal a un mes de comenzar la siembra. Los indicadores de los océanos son favorables para el restablecimiento de las lluvias para septiembre, y un “Niño” de baja intensidad se proyecta para los meses de verano.
Por lo tanto, podría esperarse un escenario de producción favorable con buenos niveles de rinde. Bajo estas conjeturas, la cosecha maíz 2018/19 estaría arrojando un volumen de 45 a 46 millones de toneladas.

En la cuerda floja

Los pronósticos de lluvias para septiembre y las proyecciones de un “Niño” de baja intensidad para los meses de verano favorecen al cereal temprano. Aparte, los cultivos de maíces tardíos y de segunda de la campaña 2017/18 no dieron los resultados esperados.
Con un progreso de cosecha sobre el 95% del área, los rindes promedian unos exiguos 60 quintales por hectárea; muy lejos de los 80 quintales de la campaña anterior. A la hora de planificar, son muy pocos los productores que repetirán hacer maíces de diciembre y está en duda las proyecciones de su superficie.

COMENTARIOS