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La cosecha de la campaña que recién se inicia podría alcanzar un total de 130 millones de toneladas.
PANORAMA AGROPECUARIO

El Gobierno no toca las retenciones pero espera más dólares del campo

Mauricio Macri aseguró a la dirigencia rural que no se modificarán estos tributos, pero dejó en claro que apuesta a una mayor producción agropecuaria para aumentar las exportaciones y apuntalar el crecimiento económico del país en 2019, nada menos que un año electoral.

El campo puso el grito en el cielo cuando desde esferas gubernamentales comenzó a evaluarse la posibilidad de aplicar nuevamente retenciones a la venta de productos agropecuarios con destino al exterior, con la finalidad de obtener más recursos para afrontar el creciente déficit fiscal.
La Mesa de Enlace, que desde mucho tiempo atrás había desaparecido de escena, renació con fuerza y de inmediato rechazó esa medida, mientras que los dirigentes de las distintas entidades del agro se pronunciaron por todos los medios para cuestionar cualquier cambio de políticas con el campo.
Dardo Chiesa, de Confederaciones Rurales Argentinas, fue el primero en salir con los tapones de punta a expresar la inquietud y, como respuesta oficial, llegó una convocatoria para mantener una audiencia con el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada. 
Los bse prepararon para esta cumbre con promesa de dura pelea y los técnicos de la Sociedad Rural, CRA, Coninagro y Federación Agraria Argentina elaboraron un documento para convencer Macri que un retorno de las retenciones o la demora en otorgar la baja prometida para la soja, sólo acarrearía perjuicios para el Estado.
"Las retenciones se fueron y no van a volver", aseguró el presidente Mauricio Macri. En esa línea, agregó que “nunca puede convenirnos algo que nadie en el mundo hace, el único país del mundo que castigó a los que quieren exportar es la Argentina".
De acuerdo con las propias palabras de Macri, está descartada por ahora la modificación de las retenciones, pero como contrapartida quedó en claro que el Gobierno apuesta todas las fichas al campo para aumentar la producción y las exportaciones, factores con los que busca apuntalar el crecimiento del año próximo.

Las razones de la dirigencia

Los ruralistas argumentaron que los precios internacionales de los granos están cayendo. Si se mide los valores de los productos entre 2008 y 2015, la cotización de la soja bajó 39%; el aceite de soja, 42% y las harinas de soja un 20%. En el caso del maíz, la baja es 43% y en trigo, 31%, respecto del precio promedio de los mismos productos entre 2008 y 2014.
En tanto, sobre el tipo de cambio explicaron que los 28 pesos por dólar que se perciben, todavía no alcanzaron la media histórica de los últimos 18 años que es 33,70 pesos. Tipo de cambio alto fue el que promedió entre 2002 y 2004 que, a valores de hoy, serían 48 pesos por dólar. Para la agricultura entre el 43 y el 72% de los costos se denominan en dólares, según el producto. En soja es el 59%, en maíz 61% y en el trigo 55%.
La dirigencia enfatizó que la actividad del campo tiene un efecto multiplicador que derrama en el interior. Sin retenciones, el campo reaccionó. Cuando se eliminaron en 2016, la producción pasó de 109 millones a 125 millones de toneladas. Esto significa 800 mil viajes de camión adicionales. El consumo de fertilizantes pasó de 2,4 millones de toneladas a 3,7 millones.
También resaltaron la mayor venta de maquinarias agrícolas y destacaron que esa tendencia impulsa la facturación de los diferentes sectores, traduciéndose en una mayor recaudación por vía de los impuestos generales.
Subrayaron, además, que las retenciones no descomprimen los precios de los alimentos. En el trigo, la ponderación del cereal en un kilo de pan no alcanza al 11% del valor que paga el consumidor. En la soja, el 90% de lo que se produce tiene como destino los mercados de exportación. En el caso del maíz, sin retenciones se generó una situación inicial de aumento de costos de los alimentos para la producción de leche, aves, cerdos y feedlots, pero la respuesta a precio fue una mayor oferta de granos en el mediano plazo, lo que terminó por equilibrar las relaciones de precios a sus niveles históricos.

El Gobierno quiere más dólares

El campo sufrió las consecuencias de factores climáticos durante la última campaña agrícola, primero con una prolongada sequía y posteriormente con lluvias intensas y recurrentes, que provocaron fuertes pérdidas en los rindes de la cosecha gruesa. 
Sin embargo, los productores buscaron revancha y pusieron todas las fichas a los cultivos de invierno, especialmente al trigo, que este año puede alcanzar una superficie récord, para recuperar el terreno perdido en los márgenes de rentabilidad.
Esos vaivenes que sufrió el campo tienen su reflejo en la economía, porque la floja cosecha gruesa generó menos ingresos de divisas y ahora, con buenas perspectivas climáticas, el Gobierno apuesta a que será precisamente el sector agropecuario el que impulsará un crecimiento durante 2019, nada menos que un año electoral.
El Gobierno ahora apuesta a que “la cosecha de trigo y el rebote de la cosecha de soja” apuntalen un crecimiento de 2% en 2019. La apuesta oficial por una expansión del PBI se sostiene en que "los mejores pronósticos para la cosecha de trigo y el rebote de la cosecha de soja, en conjunto con la normalización de los mercados financieros y las mejores condiciones para la inversión conducirán la recuperación de la actividad para el próximo año".
"La sequía de los primeros meses de 2018 fue la más intensa en términos de pérdida de producción desde la sequía de 2009”. Sin embargo, la caída más fuerte en la economía “será en el segundo trimestre, cuando el peso del sector agropecuario sobre el nivel de actividad es mayor", indicó el adelanto del Proyecto de Presupuesto.

El 2019, un año positivo

CIARA, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina; y CEC, Centro Exportador de Cereales, prevén "una cosecha récord de trigo con buenos precios y gran perspectiva para la cosecha gruesa 2019 (soja y maíz), por lo que se espera una cosecha récord histórica para el próximo año". 
El último reporte de Riesgo en Commodities Agrícolas, elaborado por el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Di Tella, en base a los precios de futuros y opciones vigentes al cierre del mercado de Chicago, asignó un 50% de probabilidad a el maíz en diciembre de 2018 se ubique entre 129 y 149 dólares por tonelada; un 50% de probabilidad de que la soja en noviembre se ubique entre 292 y 337 dólares por tonelada, mientras que para el trigo se espera que en diciembre se ubique entre 164 y 195 dólares.
En base a estos precios proyectados, la cosecha de la campaña que recién se inicia total podría superar la barrera de 130 millones de toneladas, frente a los 100 millones de la cosecha actual, con exportaciones potenciales entre 23.000 y 25.000 millones de dólares en 2019. 

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