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La soja podría perder rendimiento por la prolongada sequía que golpea a la zona núcleo.
PANORAMA AGROPECUARIO

El 10% de la soja sufre por la sequía

La productividad promedio podría retroceder en más de 5 quintales por hectárea en la región núcleo respecto del año pasado, cuando la oleaginosa rindió casi 40 quintales.

Cuando no es blanco, es negro, pero los grises parecen haber desaparecido en la zona núcleo, como consecuencia de las variaciones pendulares del clima, en su mayoría provocadas por el calentamiento global.
Tras las inundaciones que azotaron a la región durante la campaña gruesa pasada, ahora la sequía afecta a la soja de primera. De acuerdo al informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario, las condiciones regulares volvieron a ganar terreno en los cuadros de la oleaginosa.
Los especialistas señalan que un 10% está siendo muy afectado por la escasez de agua. El agobiante calor y luego intensas y persistentes ráfagas de viento avivan la sequía en medio de una semana de lluvias pobres o inexistentes. Cada día que pasa sin lluvia las perspectivas disminuyen y ya se perciben pérdidas de hojas, flores y vainas.
La pérdida de área foliar deja en numerosos lotes el entresurco a la vista. Pero también hay un 28% de los lotes auxiliados por la napa y/o mayores acumulados en muy buenas condiciones. Buena parte del centro-sur de Santa Fe ha sido privilegiada por mejores y más frecuentes lluvias.
Allí, la soja de primera bien podría alcanzar los 40 quintales por hectárea, pero hacia el sur disminuyen las marcas. Ya entrando en el norte de Buenos Aires los rindes muestran grandes diferencias, al este mucho mejor, con expectativas de 35 a 40 quintales y al oeste mucho peor, con números rayando en los 30 quintales por hectáreas.
El gradiente también desciende al adentrarse en Buenos Aires. Las estimaciones podrían quedar por debajo de los 35 quintales por hectárea si los cultivos no reciben lluvias de consideración en los próximos 10 días.

Empeora la de segunda

El incremento de la demanda hídrica y la poca disponibilidad de agua dejaron al 15% de los cuadros entre regulares y malas condiciones. Un 30% de las sojas de segunda comienza a florecer. Cada vez se hace más imperiosa la necesidad de agua. Las raíces no han alcanzado las napas, por lo que dependen de las lluvias. Las deficiencias hídricas ponen en malas a regulares las calificaciones del 15% del área de maíz sembrada en diciembre. El gusano cogollero presiona al cultivo y ya se realizan controles en varios lotes.

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