En la zona del noroeste bonaerense, los productores rurales afirman no tener más soja para vender y señalaron que si no se liquidaron los U$S 2000 millones semanales, comprometidos con el Gobierno nacional para poder fortalecer las reservas internacionales, fue por decisión de las cerealeras.
“Muchos productores hoy por hoy no tienen, no hay tanta soja en manos del productor. La mayoría de los que tienen soja son los exportadores. Estarán viendo qué pasará con el dólar", dijo Alejandro Barbieri, presidente de la Sociedad Rural de Junín (SRJ).
"El movimiento grande lo van a hacer ellos, más que el productor primario, que en gran porcentaje, ya no tenía más soja para vender", afirmó. "Ya estamos a tres meses de la cosecha nueva, con lo cual hay que tener mucha espalda u otra actividad para poder hacer reserva con la soja", subrayó.
Barbieri dijo que con la suba del dólar en los últimos días, "seguramente las exportadoras irán vendiendo".
Consultado por los silobolsas que aún se pueden ver en algunos campos de la Región, Barbieri indicó que en algunos "puede haber trigo" y que también pueden ser soja de "acopios, semilleras y aceiteras que han comprado para ellos mismos para hacer aceite, bolsones acumulados tenían ellos de antes también", dijo Barbieri.
De todos modos, para el dirigente rural "tampoco se pude obligar a vender". No obstante, consideró que con un "dólar un poco más alto se termina de destrabar la situación".
Barbieri consideró que el valor del dólar actual a $ 13,86 "es razonable" y que también lo era cuando "llegó a 13" y que "no es solamente con este tipo de políticas sino también con financiación para determinados sectores" lo que necesita el sector.
Y dijo que la devaluación junto a la baja de las retenciones significó "un gran empujón y una expectativa que cambia primero para la soja, y después el trigo y el maíz. Un negocio que era inviable, lo hizo viable. No es que con esto el productor se va a salvar sino que puede volver a apostar a esos productos que se habían dejado prácticamente de lado por el tema de que el numero no cerraba", afirmó el presidente de la SRJ.
"Si el dólar estaba a ocho era un dólar de 5 y pico porque tenías que restar ese 23, 24 de retención que tenían esos cereales. Con los insumos pagando a dólar oficial que estaban a 8, 9 pesos y los costos del maíz que es semilla muy cara, tenías que tener a gran escala o un rinde excepcional como para seguir con un negocio razonable", dijo. "Hoy por hoy cambió. Ya creo que la situación es muy distinta y va a mejorar la expectativa y que el productor invierta y vuelva a esos cultivos", sostuvo.
De todos modos, esos resultados se verán recién a partir de la campaña 2016/17 ya que para la actual ya estaba casi todo sembrado. Sólo a último momento algunos productores llegaron a sembrar unos lotes más de maíz de segunda. "Pero la realidad es que la cantidad de hectáreas bajo muchísimo de lo que es maíz y trigo en el último año", indicó Barbieri.
"El maíz se siembra en septiembre, el trigo en julio. Cuando estas medidas se anunciaron ya todo eso estaba hecho y no había mucho margen. La soja sí se llegó a sembrar (luego del anuncio del gobierno) porque la de primera y segunda se siembran en esa época y había más lugar para hacerlo. El problema que tuvimos también es la cantidad de hectáreas con agua que la limitó un poco, más allá de que mejoró mucho para fines de diciembre", dijo.
Uno de los factores más positivos que señaló Barbieri con respecto a la quita de retenciones al trigo y el maíz (que se encuentran en cero en la actualidad) es que "se van a rotar más los cultivos, lo que es bueno para nosotros, el suelo y para el país".
En cuanto al impacto en la economía local, indicó que será "muy positivo" ya que "el productor puede invertir en maquinarias, camionetas, neumáticos, hacer el alambrado. Eso mueve la economía directamente de lo que es la ciudad y el comercio", dijo.
EXPORTACION DE GRANOS
Afirman que la mayoría de los productores ya liquidó la soja
La disminución de las retenciones y la devaluación que mejoraron las condiciones de venta y rentabilidad de la oleaginosa permitieron que los chacareros de la región vendieran la producción.
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