El argentino Gustavo Fernández sigue haciendo historia grande dentro del tenis adaptado. El oriundo de Río Cuarto, Córdoba, actual número dos del mundo, se impuso ayer por 6-1 y 6-3 ante el británico Gordon Reid en la final de Roland Garros (Francia) y recuperó el número uno del mundo.
El hijo del “Lobito” Fernández, ex gloria de La Liga Nacional y de la “Generación Dorada” de básquetbol argentino, necesitó una hora y 10 minutos para quedarse con su segunda corona en el estadio Bois de Boulogne.
El cordobés había ganado el título en 2016 y caído en las finales de 2017, ante el británico Alfie Hewett, y en la de 2018, contra el japonés Shingo Kunieda.
El tenista de 25 años, además de vencer a Reid, actual octava raqueta del planeta, dejó en el camino al británico Alfie Hewett (5° del mundo) por 6-1 y 6-2 y al sueco Stefan Olsson (6° en el ranking ITF).
Gustavo Fernández consiguió así su cuarto Grand Slam: Abierto de Australia 2017 y 2019 y Roland Garros 2016 y 2019.
"Estoy procesando lo que pasó. Se me había negado bastante… Dos años seguidos jugando bien. Es una emoción enorme", sostuvo el flamante campeón.
Fernández analizó su histórico triunfo ante Reid diciendo: "Estoy muy contento, jugué un partidazo. Era un rival muy peligroso, tenía que estar enfocado en mi juego. Por suerte estuve excelente. Es una sensación que pondría en un frasquito en la mesita de luz, para tenerla siempre conmigo", completó Gustavo Fernández.
Felicitaciones de parte de Boca Juniors
La directiva de Boca Juniors felicitó a Gustavo Fernández por su segundo título en Roland Garros. “Bostero desde siempre y hasta siempre”, dijo el cordobés tras consagrarse en el tenis adaptado del Grand Slam parisino.
Se sabía. Pero... Por las dudas se lo ratificó a Juan Sebastián Verón cuando, a la salida del court 7 de Roland Garros, donde acababa de consagrarse por segunda vez, le regaló una camiseta de Estudiantes.
“Mirá que soy ´Bostero´ desde siempre y hasta siempre, eh”, le tiró a la Brujita el campeonísimo Gustavo Fernández, aunque le aseguró que haría cuadro ese presente y que colgaría la casaca junto a la azul y oro.
Fue el propio club de la Ribera entonces quien, un rato más tarde, felicitó desde sus redes sociales al “Lobito” por el logro obtenido, tal como lo había hecho en otras oportunidades en la mismísima Bombonera.
Su papá, Gustavo Ismael Fernández, también está asociado a la historia del club: Fue campeón de la Liga Nacional de Básquet con el xeneize y también lo dirigió en la máxima categoría del baloncesto argentino.
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