No se cansa Leonardo Mayer de escribir historias felices en el tenis. El correntino de 31 años, uno de esos luchadores del circuito que de vez en cuando se animan a darle un susto a la elite, volvió a ganarse una sonrisa amplia al vencer al francés Lucas Pouille (17º del ranking mundial) por 7-6 (9-7) y 6-4 para meterse en los octavos de final del Masters 1000 de Cincinnati. Ahí donde muy probablemente lo espera una leyenda.
Después del trabajoso primer paso ante el estadounidense Michael Mmoh (133º del ranking), Mayer (que empezó la semana como 50º pero por su llegada a octavos quedará cerca del 40° lugar) logró un triunfo forjado con mucho esmero ante Pouille (17º), que venía de dejar en el camino al británico Andy Murray.
En un primer set parejo, Mayer logró la primera ventaja por una mínima diferencia en el tie-break. Y en el segundo parcial, aprovechó un quiebre en el noveno game que llegó luego de una doble falta de Pouille, para cerrar la victoria con su saque, una de las armas que más lo ayudaron durante el partido (tanto como para salvar con éxito las seis chances de break de las que dispuso el francés).
El historial entre el correntino y el francés registraba apenas un enfrentamiento: fue en los octavos de final del ATP de Niza de 2015 y terminó con un contundente 6-4 y 6-0 para Mayer, quien luego llegó a la final del certamen y cayó ante el austríaco Dominic Thiem.
Mayer se cruzará ahora con el suizo Roger Federer o el alemán Peter Gojowczyk, que se enfrentarán este miércoles por la segunda ronda.
Otro de los focos de atención de la jornada estuvo en el primer turno de la cancha central, donde el coreano Hyeon Chung superó al local Jack Sock y será el primer rival de Juan Martín del Potro, flamante número 3 del ranking mundial. La victoria para el asiático, que jugará este miércoles frente a Delpo, fue por 2-6, 6-1 y 6-2.
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