Luego de una extensa suspensión, a raíz de la crisis sanitaria del COVID-19, el pasado fin de semana volvió a jugarse un partido de rugby en Junín.
Fue un encuentro amistoso entre la Primera y la Intermedia de Los Miuras, que se disputó bajo los estrictos protocolos sanitarios acordados con la Unión Argentina de Rugby (UAR), a comienzos del mes.
La intención era realizar el encuentro ante el conjunto de Soruc Rugby, de Chacabuco, pero finalmente se suspendió unas horas antes y Los Miuras decidió llevarlo a cabo de todos modos, enfrentando a sus propios representativos.
De acuerdo con lo acordado con la UAR, se fijaron pautas precisas para reducir el contacto físico, una tarea complicada en una de las disciplinas que precisamente se destaca por la fricción.
La intención inicial es que, para mediados de abril, se pueda concretar un torneo en todas las categorías, como preparación para julio, cuando se habilitaría la competencia de Primera, de no mediar inconvenientes.
Reglas de emergencia
Entre las adaptaciones que se hicieron a las reglas originales, aparecen la ausencia de público en los partidos, la prohibición de la utilización de vestuarios y la eliminación del tradicional “tercer tiempo”, una práctica esencial de la cultura del rugby.
Dentro del campo de juego, también se buscará disminuir el contacto a través de maniobras como el scrum o el tackle, que no estarán permitidos, al menos durante las primeras semanas de entrenamientos.
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