Martín Darrain vuelo
Martín Darrain, a bordo de su planeador.
MARTÍN DARRAIN

Cuando volar se lleva en la sangre

El representante del Club de Planeadores de Junín acaba de consagrarse campeón nacional de vuelo a vela en el distrito de Gonzáles Chaves. En diálogo con Democracia, repasó su conquista y su recorrido dentro del mundo de la actividad.

Martín Darrain pilotea planeadores desde hace 15 años, pero la pasión por la actividad ha vivido en su familia por generaciones.
El fin de semana pasado, se consagró campeón en el Nacional de Vuelo a Vela de Gonzáles Chaves, en una competencia que sufrió, a lo largo de su desarrollo, innumerables complicaciones climáticas, que pusieron a prueba su destreza y su fortaleza mental.
En diálogo con Democracia, el flamante campeón, uno de los personajes del deporte juninense de esta semana, reavivó la conquista y compartió sus planes a futuro en la disciplina, que se acerca al final de su temporada, en coincidencia con la llegada del otoño.
"Llegué muy bien preparado a este nacional. Había competido antes en un regional de Junín, en noviembre, y luego en el nacional que se iba a hacer en Santa Rosa, La Pampa, pero se suspendió por el tema de la pandemia y se terminó haciendo aquí en Junín. Es decir, llegué con muy buena preparación a Gonzáles Chaves", comentó, en las primeras horas posteriores a subir al máximo escalón del podio, en la categoría 15 Metros.
Para Darrain, sin embargo, el cielo es algo así como un lugar conocido desde antes de subirse a un planeador. "Mi tía abuela, que aún vive, fue la piloto número 48 de la Argentina. Mi tío abuelo también volaba, al igual que mi padre. También lo hacen mis tíos, mi hermano y mis primos", detalló.
Socio del Club de Planeadores de Junín, Darrain destacó la ventaja de contar con la institución al alcance de la mano, para quienes, como él, desean dedicarse al vuelo a vela. "En mi caso, el entrenamiento es fundamental y el entrenamiento, básicamente, consiste en volar. No cuento con planeador propio, pero al ser socio del club, nos brinda las máquinas y eso nos permite acceder a competir", aseguró.  

El cielo con las manos
El 67° Campeonato Nacional de Gonzáles Chaves fue organizado por el Club Otto Ballod y el contexto de pandemia ya de por sí obligó a su celebración con exigentes protocolos sanitarios.
A estos obstáculos, se sumarían los caprichos de las condiciones meteorológicas, que obligarían a suspender varias de las jornadas previstas en la hoja de ruta original.
"La zona de Gonzáles Chaves es espectacular para volar, por su cercanía al mar,  que hace que, por lo general, se den condiciones excelentes. Pero este año, hubo bastante mala suerte, con lluvias intensas en los días previos, de más de 200 milímetros, que hicieron que la situación no fuera propicia. En los campeonatos, suelen disputarse entre 10 y 12 pruebas, pero en este se volaron 7, de las cuales una no fue considerada válida. Es decir, volamos la mitad de los días", recordó Darrain.
Como indica la rutina, se elaboraron las grillas de partida, se colocaron los planeadores en posición de largada y se esperó hasta último momento para volar, pero en casi la mitad de las ocasiones no se pudo. "Era ir a la pista y después de vuelta al camping, donde se guardan los planeadores, a desarmar todo. La meteorología jugó bastante en contra", relató.
Darrain comenzó a perfilarse desde la segunda jornada de competencia, que ganó claridad por más de una decena de puntos de diferencia sobre su perseguidor inmediato, para pelear por el título en su categoría.
Desde allí, prácticamente no volvió a ceder el liderazgo en la clasificación general, que lo dejó como campeón, al final de la última etapa, con 3.278 puntos, casi 100 por encima del segundo en la tabla. ¿Cómo sigue la historia?
"Queda ahora un torneo regional en 9 de Julio, pero no vamos a participar. Lo que sigue de ahora en más, es entrenar hasta marzo o abril, que es cuando todavía hay condiciones para volar, y después vendrá el parate de invierno, hasta septiembre octubre, cuando se pueda volver a salir", adelantó.
Mientras tanto, su título en Gonzáles Chaves quedará en los registros de la Federación Argentina de Vuelo a Vela (FAVAV), con base en los que después se forman los representativos argentinos que competirán en el campeonato mundial. 
"Logré clasificarme una vez, en 2015, para el mundial de Polonia, pero finalmente no volé allí", rememoró, consciente de que su actuación en Gonzáles Chaves lo acercaría a estar otra vez entre los mejores rankeados del país. 

Puertas abiertas
Más allá del resultado, no parece ser el logro deportivo en sí lo que más motiva a Darrain detrás de su triunfo en Gonzáles Chavez, sino la posibilidad de visibilizar todavía más el rol social que cumple el Club de Planeadores en Junín.
"Es muy importante y los vecinos deben saber que se trata de una institución muy presente y abierta a la comunidad", expresó el campeón, que renovó así su invitación a nuevos vecinos a acercarse a la actividad del vuelo a vela.
"Nos entusiasma la posibilidad de que puedan venir al club, a realizar un vuelo de bautismo o también el curso de planeador, que es el primer paso de la mayoría de los pilotos que después vuelan en las aerolíneas", subrayó. 
Para el privilegio de volar, insiste, no hay casi ninguna limitante, más allá de la de superar la prueba psicofísica. Una propuesta para descubrir una pasión que, al juninense Darrain, lo llevó hasta lo más alto del deporte a nivel nacional.

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