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Valentino Giagante, con la camiseta de Los Pumpas.
INSERCIÓN

Valentino Giagante, el joven con Síndrome de Down que encontró su lugar en el rugby

Desde que practica el deporte su calidad de vida aumentó considerablemente. Juega en Los Miuras y en las últimas semanas fue elegido para entrenar con Los Pumpas, el seleccionado nacional de rugby inclusivo. Sonia, su madre, contó a Democracia una historia que conmueve.

Valentino Giagante tiene 15 años y su historia es enorme. Desde que descubrió el rugby, allá por junio de 2016, su presente cambió por completo. Se sumó al proyecto inclusivo que desarrolla el club Los Miuras y a partir de ahí su calidad de vida mejoró considerablemente.
El síndrome de down ya no es un obstáculo para su diversión. Según contó su madre Sonia Di Siascio a Democracia, desde que su hijo juega en Los Miuras la alegría repercutió en toda la familia. En ella y en Gastón, el papá de "Valen".
Ahora no lo para nadie, su entusiasmo crece día a día. Juega, se divierte, hace amigos, viaja y sueña con formar parte de Los Pumpas, el seleccionado nacional de rugby inclusivo donde ya fue convocado para participar de algunos entrenamientos.
Está claro que la vida que le tocó no es sencilla. Pero se alivia con el amor que le regala su familia y con la contención que encontró en el deporte. A continuación, el relato de Sonia, una mujer incansable que  pelea constantemente por el bienestar de su hijo.  

- ¿Cómo se relaciona Valentino con el rugby? 
- El primer deporte que él practicó es fútbol, estuvo en Moreno y en Ambos Mundos. Iba a los entrenamientos pero los sábados no jugaba. Practicaba pero no jugaba. En el Club Los Miuras estaba Santiago Rudi, que había sido "profe" de Valentino y a través de él yo me contacto con las autoridades del club. Nos enteramos de que existía un proyecto inclusivo, no sólo para los chicos que practican rugby sino también hockey. Así que averiguamos y por suerte nos pudimos sumar. Después conocimos a "profes" maravillosos como Matías Guevara y Bautista. 

- ¿Qué recordás de ese comienzo?
- A "Valen" le hizo muy bien. Al principio había un poquito de temor a varias cosas porque él no sabía jugar, el lugar era nuevo, los compañeros también, pero por suerte nos encontramos con un grupo de profesores, de chicos y de familias maravillosos. Se hizo un grupo muy lindo de chicos. A los dos o tres meses de haber arrancado surge un viaje, a Mar del Plata, Valentino nunca había viajado sin nosotros y en ese viaje se animó. Fue algo muy importante para nosotros. En realidad él entiende todo pero el problema es cuando habla que no se le entiende bien. Pero él se sintió tan bien con el grupo que se animó a viajar. No lo podíamos creer.

- O sea que el rugby le cambió bastante la vida. 
- Muchísimo. Desde que está en Los Miuras aumentó su calidad de vida. Antes, los sábados no sabíamos qué hacer y ahora los sábados nos vamos todo el día al club. Él juega y yo trato de dar una mano en lo que puedo, en la cantina, colaborando con los demás padres, preparando el tercer tiempo para los chicos. Nos cambió a todos en realidad, es como haber encontrado un lugar muy lindo, cómodo, con buena gente.

Desde que está en Los Miuras aumentó su calidad de vida. Antes, los sábados no sabíamos qué hacer y ahora los sábados nos vamos todo el día al club. Él juega y yo trato de dar una mano en lo que puedo, en la cantina, colaborando con los demás padres, preparando el tercer tiempo para los chicos. Nos cambió a todos en realidad, es como haber encontrado un lugar muy lindo, cómodo, con buena gente. Sonia Di Siascio. Mamá de Valentino

- ¿Cómo se adaptó a un deporte que es de mucho contacto físico? 
- Al principio era raro, algunos familiares nuestros tenían miedo, porque viste que el rugby es un poco fuerte, se juega bruto. Pero a él le gusta, desde el comienzo le gustó. En el club los cuidan mucho a los chicos, a Valentino y a todos. Y hay jugadas que en el rugby infantil no se practican. Por eso yo siempre digo que se acerquen a preguntar primero, a mí me encantaría que mi hijo tenga más compañeritos, por eso tan importante la difusión de este tipo de proyectos.

- El rugby también es un deporte de muchos códigos. 
- Sí, eso lo fuimos entendiendo, se transmiten muchos valores también, de compañerismo, de solidaridad. Los compañeros de Valentino cuando termina cada entrenamiento o partido se le acercan, lo contienen, comparten. Y en esa educación tiene que ver mucho la comisión directiva y también los profesores. Yo siento que a "Valen" nunca lo dejan de lado, lo quieren mucho y la verdad que eso nos da una alegría y una satisfacción enorme.

- ¿Cómo se da la participación de Valentino en Los Pumpas? 
- Daniel Fernández es un entrenador del Club Banco Hipotecario, que tiene un hijo con Síndrome de Down de 14 años. Él fue quien arrancó a armar un proyecto de rugby inclusivo en su club y ahí conoce un proyecto similar que se estaba desarrollando en Londres. Se contacta y lo terminan invitando a participar de un encuentro. Así surgió Los Pumpas, que es un equipo que está integrado por chicos especiales de muchas partes del país. El rugby inclusivo se está haciendo en muchos clubes y en muchas provincias. Para estar en el equipo hay que ser mayor de edad pero a Valentino, por formar parte de Los Miuras, lo han invitado a participar de los entrenamientos y encuentros que se hacen en el club Cuba de Capital Federal. En todas las oportunidades que nos invitaron fuimos y el nivel de organización es increíble.

- Esta sería una experiencia que recién se está formando, ¿No? 
- Sí, arrancamos este año y hace poquito estuvimos con Daniel en un encuentro en Chacabuco y él nos transmitió el deseo de armar un seleccionado regional con chicos de Chacabuco, de Junín, de Lincoln y de donde se practique el deporte para formar un equipo. La idea es que ese grupo, ese seleccionado, tenga una relación más fluida con Los Pumpas, que puedan entrenar más seguido, etc. Así que es un proyecto lindo, que necesita su difusión y que vamos a tratar de que crezca el año próximo. Mantenemos un contacto permanente con Daniel y con los padres de los chicos.

- ¿Qué otras cosas encontró Valentino en el rugby? 
- Su lugar. Mirá creo que él aprendió a caminar gracias al fútbol, porque lo teníamos para que pueda patear la pelota. El deporte siempre ha sido importante para él y esto del rugby ha despertado muchas cosas positivas. Él tiene otra vida desde que juega en Los Miuras, se saca las ganas, juega contra otros equipos a la par de sus compañeros, eso es increíble. Y en Los Pumpas, las veces que le ha tocado jugar, él siente un orgullo muy grande de estar en ese equipo. El rugby ofrece muchas cosas, identidad, respeto, felicidad. 

- ¿Qué ha aprendido usted en este acompañamiento? 
- Yo nunca bajé los brazos, siempre golpeé muchas puertas, nunca me quedé quieta, siempre quise que él encontrara su lugar y por suerte hoy lo estamos disfrutando mucho. Trabajando desde la discapacidad el deporte les puede cambiar la vida. Hoy en día a los profesores no les alcanza solamente con saber del deporte, también tienen que conocer otras cosas, como la inclusión, la paciencia, el respeto. Por suerte hay lugares, como en Los Miuras, que esto se ha puesto en marcha, se le da una validez importante y los resultados son excelentes.

- ¿Cómo es un día de "Valen"? 
- Es muy activo, no para. En casa tiene un perro cocker que es muy conocido porque lo lleva a todos lados. Después va a la Escuela Normal, donde está integrado y va desde el jardín y hoy está en segundo año del secundario. Tiene su grupo de compañeros; después va al gimnasio del club Moreno, donde Joana y Daniel lo atienden muy bien, le tienen mucha paciencia; y después tiene una vida linda, sale al centro, le gusta mirarse los músculos en el espejo (risas) y hace la vida de cualquier chico de su edad. También hace Kick boxing con Gustavo Bruno. No para y no hace más cosas porque se le termina el día. 
En el presente de Valentino también ocupa un lugar muy importante su acompañante escolar Faustina Rizzi, su asistente Kevin Fornt, sus encuentros con la psicopedagoga y el trabajo que realiza en la terapia ocupacional. Todo suma y se complementa con el amor que le brinda su familia, sus compañeros, su club y el rugby, ese hermoso deporte que le regala magia.

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