FUNDADO EL 24 DE OCTUBRE DE 1968

Banco de Junín: El despertar de una gran institución

Hace un año se conformó una nueva comisión directiva que inició un importante proceso de renovación. Entrevista con el dirigente Daniel Cano.

El Club Banco de Junín tiene una gran historia. Se fundó el 24 de octubre de 1968 gracias al empuje de sus empleados. En aquellos inicios se compraron cinco hectáreas y comenzaron a edificarse las primeras obras.
En 1995 el banco cerró y comenzó otra época. Lo cierto es que hoy, la institución atraviesa por una nueva etapa. Para conocer más de cerca esta realidad, Democracia entrevistó al dirigente Daniel Cano, quien ocupa el cargo de secretario en la comisión directiva que preside José Luis Canaparo.

- ¿Cómo surge el proyecto del club?
- Arranca todo en 1968 como una necesitad de nuclear a todos los empleados que en aquel entonces tenía el Banco de Junín. Fue un comienzo muy incipiente, sobre todo por el empuje de muchos jóvenes que fueron quienes iniciaron la tarea. Eran todos empleados que tendrían treinta años que buscaban nuclearse en un lugar donde se pudieran generar beneficios y comodidades para sus familias. Así fue que compraron cinco hectáreas donde hoy sería Cerrito Colorado Sur y ahí empezaron a edificar. Los fondos surgieron de los empleados del banco y de algunos préstamos que se pudieron conseguir con una tasa de interés bajísima.

- ¿Qué se construyó inicialmente?
- En el predio se hicieron dos casas. Hoy en día hay una que no se utiliza y la otra es donde vive el sereno del club; y hay otra que es más vieja que se utiliza como depósito. La intención es que la que se utiliza como depósito el día de mañana sea la secretaría del club.
 
- ¿Cómo es hoy la realidad del club?
- A partir de enero del año pasado nos propusimos recuperar varias cuestiones. Sentimos que el club estaba como acéfalo, entonces decidimos intervenir y tratar de comenzar a recuperar terreno. Se conformó una nueva comisión directiva y empezamos a trabajar. Hoy tenemos setenta socios que pagan cien pesos por mes. Lo vamos sosteniendo e inclusive ahora hay mucha gente que se quiere asociar. Nos costó mucho pero de a poco lo estamos logrando.

- ¿Qué beneficios tienen los socios?
- El lugar es muy lindo y lo que más se está utilizando es un salón que tenemos para festejar casamientos, cumpleaños o realizar reuniones. Además del salón hay unos playones que son ideales para estas noches porque ahí la gente puede bailar o estar al aire libre sin problemas. Por suerte lo alquilamos seguido, incluye el predio que se utiliza mucho para realizar campamentos. También tenemos una cantina, tres natatorios y una cancha de vóley.

- ¿Qué proyectos tienen para el 2017?
- Queremos recuperar una cancha de fútbol reducido que tenemos, reacondicionar la cancha de vóley y tratar de conformar un espacio de unos 150 metros para la práctica de la arquería. En este sentido el club fue uno de los pioneros, uno de los primeros lugares donde se practicó. En los planes también nos gustaría sumar como práctica deportiva al atletismo y queremos tener una escuelita de fútbol. Todo esto ya comenzó a gestarse en las reuniones que tenemos y de a poco vamos avanzando en cada idea. Donde estaba ubicado el banco hoy hay un centro comercial muy importante (Coppel) y cuando se estaba edificando tuvimos la suerte de poder obtener muchas cosas que eran del banco. Con eso, más algunas cosas que tenemos guardadas, la idea también es armar un museo.

- Cualquier paso que se da significa un gran esfuerzo. ¿Cómo es la relación con la comisión directiva?
- Cada paso que tratamos dar o que damos significa un esfuerzo enorme. En la comisión los titulares somos diez y nos reunimos constantemente. Hay un relación de confianza y amistad muy linda. José Luis Canaparo es el presidente y él fue quien inició este nuevo ciclo. Él se preocupó por avisarnos lo que estaba ocurriendo, nos convocó uno por uno y ahí se fue armando esta nueva comisión. La verdad que el año pasado se hicieron muchas cosas y queremos seguir ese camino. 

- ¿Cómo describiría el sentimiento por el club?
- En su momento se podría decir que el club fue algo privado, así nació. Hoy lo que queremos hacer, que es algo que ya iniciamos, es una reforma en el estatuto para que cualquier vecino se pueda asociar. El banco cerró sus puertas en 1995. De a poco nos vamos levantando y rearmando. Hoy tenemos socios que pagan una cuota para ir al club a leer debajo de una planta. Eso nos motiva a seguir y a tratar de ampliar los beneficios. Tenemos la suerte de contar con un lugar hermoso, al cual queremos mantener con presencia y nuevas propuestas.

- ¿Qué lo motiva a usted a seguir trabajando?
- Yo fui a la escuela marianista y desde el punto de vista de lo social ahí aprendí mucho de personas como Lorenzo Aspe y Julio Santamaría. Yo tendría 15 o 16 años y ellos nos enseñaron a mirar mucho la parte social, a pensar en los más necesitados, en los más humildes. Eso me marcó mucho. Yo trabajo en la escuela de la cárcel y además de eso soy dirigente del club Ambos Mundos y del Club Banco de Junín. Mis objetivos pasan por ayudar.