El hombre que superó al cáncer, vive en el agua y es campeón olímpico

“Me separé de mi esposa y viví en un barco. No tenía un mango, un amigo me prestó un barco y terminé viviendo cuatro años ahí”, contó alguna vez este hombre que en su sexta participación en un Juego Olímpico, récord para la misión de Río de Janeiro 2016, ganó su tercera medalla. Claro que con dos bronces en su poder, a él sólo lo obsesionaba el metal más preciado. Y al ansiado oro llegó ayer Lange en la clase Nacra 17 junto a la rosarina Cecilia Carranza Saroli, el talento que eligió el gran velista argentino para su nueva aventura olímpica.
Casi todos habían puesto en duda la participación de Lange en Río cuando el año pasado un cáncer le quitó un pulmón pero no pudo contra su inmensa pasión de navegante y sus inconmensurables ganas de vivir. “Fue tremendo. Yo lo llevé al hospital en Barcelona cuando se descompuso. Jamás pensé que podría recuperarse y acá estamos, listos para navegar”, había contado Carranza Saroli en la previa. “Lo que veo en él es el ejemplo de que cuando alguien tiene una pasión, esa pasión la podés hacer todo el día. Nosotros somos los primeros en ir al agua para entrenar y eso es porque él siempre quiere mejorar. Me encanta navegar con Santi porque aprendo mucho todos los días”, contó Cecilia, resumiendo el ejemplo de vida de su compañero olímpico.