El arquero de Vélez Sebastián Sosa admitió ayer que integrantes de la barra brava del club lo visitaron y charlaron "en buenos términos", después de los insultos que le propinó a la hinchada por los silbidos que bajaron de las tribunas tras el 0-0 frente a Rafaela, el sábado pasado en Liniers.
"No, no estuvo bueno. Estaba mi familia cerca de esa conversación. Incluso, la gente de seguridad me preguntó si no tenía problema. Les dije que no. No tenía problemas. Nunca me había pasado algo así. Salvo un hola y chau cuando me los he cruzado", dijo el uno. "No quiero decir más nada, fue una conversación con la barra", agregó. Sobre su reacción tras el encuentro, Sosa dijo: "Yo salía de una conversación con un compañero y justo nos silbaron. En lo personal, no me sentí identificado porque creí que había tenido un buen partido".
VÉLEZ
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